Una tormenta impresionante: el cielo se abrió en Lugo y el agua lo inundó todo
Las fuertes precipitaciones provocaron inundaciones y se formaron bolsas de agua que afectaron al tráfico en la ciudad, aunque no hubo que lamentar incidencias graves

Lugo - Publicado el - Actualizado
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En Lugo estamos muy acostumbrados a la lluvia. No nos queda más remedio. Forma parte de nuestra forma de ser y de estar en el mundo. Es cierto que vienen años secos, pero en los últimos meses no ha dejado de caer agua del cielo. Desde inicios del pasado otoño, prácticamente desde el mismo final de las fiestas patronales de San Froilán, estuvo lloviendo casi sin parar hasta hace unos días. Ahora que ha llegado el verano, acompañado de una tremenda ola de calor, las precipitaciones han regresado de improviso y con una violencia inusitada en forma de tormenta.
El calor fue realmente sofocante durante toda la jornada de ayer. Especialmente intenso en las horas centrales del día, cuando el mercurio llegó a rozar los 36 grados. Al igual que los lucenses estamos acostumbrados a la lluvia, no tanto a esas temperaturas extremas. A media tarde, la gente se arrastraba por las calles suspirando o boqueando como los peces cuando los sacan del agua. La sensación de bochorno era insoportable.
Poco a poco el cielo se fue oscureciendo. Las nubes se fueron juntando y el manto que ocultaba los rayos del sol se hizo más y más tupido. En apenas media hora, pasamos del día a la noche, y solo unos minutos antes de las seis de la tarde. Y entonces, pasó. El viento comenzó a soplar fuerte, a mover el aire cálido, y empezaron a caer rayos, acompañados del estruendo de los truenos. La electricidad se percibía en el ambiente. En ese momento, se abrió el cielo y empezó a caer agua como si alguien hubiese abierto las compuertas de una presa.

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Inundaciones poco comunes en Lugo
En Lugo estamos acostumbrados a la lluvia, pero no así. La tromba de agua sembró el caos en el tráfico, zonas de paso del Polígono de O Ceao quedaron convertidas en auténticos lagos. Saltaron las tapas de registro. La red de pluviales era incapaz de tragar los litros y litros que caían del cielo. Se inundaron algunos bajos y garajes situados en sótanos de edificios. Hubo problemas en Lamas de Prado, la Avenida da Coruña o Infanta Elena. También en O Castiñeiro y Fontiñas. La Ronda da Muralla parecía literalmente un río. Un afluente urbano del Miño.

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La alcaldesa de Lugo confirmó, pasado lo peor de la tormenta, que los servicios de emergencias tuvieron que trabajar a destajo, de forma especial los bomberos, pero afortunadamente no hubo que lamentar incidencias de gravedad en la ciudad. Al igual que vino, el agua se fue.

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Unos 3.700 rayos, granizo y fuertes rachas de viento
La tormenta también afectó a otros lugares de la provincia. En Outeiro de Rei, los vecinos vieron precipitarse bolas de granizo del tamaño de canicas grandes.

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Cayeron en Galica unos 3.700 rayos, la inmensa mayoría en la provincia de Lugo, concretamente en la comarca de Terra Chá y en las inmediaciones de la capital lucense. En la comarca de A Mariña, soplaron ráfagas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora.