Tres personas mueren ahogadas en los embalses de Lugo este verano: “Hay que tener máxima prudencia”
Un hombre de unos 60 años de edad, que viajaba con un grupo de Ourense, se ahogó este martes por la tarde en el lugar de Pincelo, en el municipio de Chantada
Lugo - Publicado el - Actualizado
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Este verano llevamos una racha muy mala en los embalses de la zona sur de la provincia de Lugo. Tres personas han perdido la vida en menos de un mes. La última víctima mortal es un hombre de unos 60 años de edad que fallecía ahogado a primera hora de la tarde de este martes, concretamente en el lugar de Pincelo, en la parroquia de A Sariña, en el municipio de Chantada.
Este suceso se produjo poco antes de las tres y media de la tarde, cerca de un embarcadero, en la cola del embalse de Os Peares. La víctima mortal formaba parte de una excursión de usuarios de un centro de Ourense.
El hombre se metió en el agua y comenzó a nadar. Al ver que se hundía, otros bañistas fueron a buscarlo y lograron sacarlo del agua, pero ya estaba inconsciente. Para auxiliar a la víctima llegó a despegar el helicóptero medicalizado del 061 con base en Ourense, pero el personal de emergencias fue incapaz de reanimarla. Al final, los sanitarios desplazados certificaron su fallecimiento.
DOS MUERTOS EN UN DÍA
A principios de julio, buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, llegados desde A Coruña y Gijón, localizaron y rescataron los cuerpos sin vida de las dos personas que habían desaparecido el día anterior en el embalse de Belesar, en aguas del río Miño, en los municipios lucenses de O Páramo y Taboada.
Ambos cadáveres fueron localizados y rescatados del río con menos de una hora de diferencia. En un solo día perdieron la vida un sexagenario que estaba bañándose y se hundió en aguas del club náutico de Ponte Mourulle, en el municipio lucense de Taboada, y un joven de 26 años de edad, vecino de Lugo se cayó al agua en O Páramo cuando estaba de pesca a bordo de una pequeña embarcación, en compañía de un amigo, que intentó ayudarlo, pero no fue capaz de rescatarlo.
"MÁXIMA PRUDENCIA"
El alcalde de Sober, Luis Fernández Guitian, que también es el presidente del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra, reconoció que hay accidentes que no se pueden evitar, suceden sin más, pero también recordó que hay otras circunstancias que vienen derivadas de imprudencias por parte de las personas, conductas que hay que evitar para no ponerse en peligro.
Recordó, en ese sentido, que en su propio municipio hay zonas con carteles en las que “se prohíbe expresamente el baño”, pero aún así, “cualquier tarde puedes encontrarte a veinte o treinta persona metidas en el agua frente a una señal que dice claramente con no se permite bañarse en ese lugar”.
Ese tipo de imprudencias es el que hay que evitar, recuerda el regidor local, además de ser precavidos cuando se practican actividades como la pesca en la propia orilla del embalse o cuando se va a bordo de una embarcación, incluso en los catamaranes de la Diputación que hacen rutas fluviales por los embalses.
El regidor local recordó que el agua embalsada no se comporta igual que la de los ríos, que fluye libremente, y además, la profundidad es mucho mayor, por lo nunca deben asumirse riesgos innecesarios.
“No nos gusta. Nos pone muy tristes. Tres ahogamientos en tan poco tiempo”, dijo Fernández Guitián.
“Por eso hay que hacer un llamamiento a la prudencia en esos lugares tan visitados. Hay que tener la máxima prudencia, incluso cuando se pasea por la orilla de los embalses o cuando se accede a las embarcaciones”, concluyó.