Algo más de medio centenar de testigos prestarán declaración a partir del lunes en la Audiencia Provincial de Lugo en el juicio por el doble crimen de O Ceao, en el que murieron asesinados a tiros hace 28 años en el Cash Récord la cajera Elena López y Esteban Carballedo, que trabajaba como reponedor.

El único sospechoso del doble crimen se sentará en el banquillo de los acusados los días 6, 7, 8, 9 y 10 de febrero, jornadas señaladas para la celebración del correspondiente juicio oral. En principio, según la información trasladada por la propia acusación particular, están citados para prestar declaración 53 testigos.

La Audiencia Provincial de Lugo desestimó en abril el recurso de apelación de la defensa y abrió ya en aquel momento la puerta a la celebración de juicio oral con la confirmación del procesamiento del sospechoso por dos delitos de asesinato, un delito de robo con violencia en las personas y un delito de tenencia ilícita de armas, de acuerdo con el auto emitido por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Lugo -antiguo juzgado de instrucción-.

En declaraciones a Cope Lugo, Isabel López -hermana de la cajera asesinada- reconoció que están “un poquito nerviosos por la situación, a ver que puede salir de todo esto”. En todo caso, también reconoció que los familiares están “bastante confiados” en obtener una sentencia condenatoria para el único imputado.

“Creemos que en juicio van a salir muchas cosas, porque ha sido llamado mucha gente a declarar. A ver si es suficiente para convencer a los jueces”, afirmó.

Recordó que la acusación particular, que representa a las familias, pide para el procesado “veinte años de cárcel”, porque es “lo máximo que puede pedir”.

“Si pudiésemos, pediríamos más, pero tenemos que regirnos por la ley de 1994 y no se puede pedir una pena mayor”, dijo Isabel López.

LA FISCALÍA NO ACUSA

En cuanto al hecho de que la Fiscalía no haya formulado acusación en esta causa, dijo que “es una cosa que ha sorprendido” a todo el mundo. “Es una cosa extraña que la Fiscalía no acuse”, dijo Isabel López, pero “ahora ya están las cosas así. Tenemos que luchar y a ver qué conseguimos”.

Por su parte, la abogada que representa a las familias, Carmen Balfagón, coincide en que es un “hándicap importante” que la Fiscalía no haya formulado acusación contra el único procesado.

En todo caso, la letrada también aseguró que si finalmente este caso ha llegado a juicio después de tantos años de espera “no es por un capricho de la jueza de instrucción”, sino porque existe “un auto de procesamiento”, precisamente porque la magistrada apreció “indicios razonados de criminalidad”.

"ESPERANZA"

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“Lo afrontamos con esperanzas. Creo que es un juicio que llega muy tarde. Creo que es la primera vez en la historia de España de un caso con tantos años de instrucción y con tantos altibajos, pero vamos con esperanza, con ganas de que empiece y con ganas de que termine”, dijo la abogada que representará a las familias en la vista.

Carmen Balfagón reconoce abiertamente que “es un hándicap muy importante” que la Fiscalía no haya formulado acusación contra el único procesado, porque “es el ministerio público”, con todo lo que ello representa.

“Máximo respeto a las decisiones de la Fiscalía”, añadió, pero “es un hándicap”. En todo caso, insistió en que “si estamos en un juicio no es por un capricho de nadie. No es por capricho de la jueza de instrucción. Estamos en un juicio porque hay un auto de procesamiento y hay que juzgarlo. Hemos llegado hasta aquí por la jueza ha visto indicios razonados de criminalidad”.

Ahora, dijo, “es a los jueces a quienes les corresponde juzgarlo. Nosotros vamos a esgrimirlos” en la vista. “Vamos a este juicio porque creemos que debemos de ir. Las familias han esperado 28 años, que se dice pronto”, concluyó.