Calles y travesías estrenan a partir de este 11 de mayo límite de velocidad: cuando las aceras están al mismo nivel que la zona de tránsito de los vehículos, la circulación queda fijada a 20 kilómetros por hora mientras que en las vías con un único carril donde la separación entre peatones y coches es mayor, se podrán alcanzar como máximo los 30. Los 50 km/hora quedan en ciudad para las vías con dos o más carriles por sentido de circulación. En Santiago, el Campus es también, por decisión municipal, zona restringida a 20 debido a la gran afluencia de peatones que se acercan a las instalaciones educativas, deportivas, de paseo...

IR A 50 EN ALGUNAS CALLES YA ES INVIABLE

Cristina Sinde es profesora en la Autoescuela SC20, en las inmediaciones del Campus Sur, y aplaude la reducción de velocidad: "es una medida fantástica, que nos adapta a la situación de las ciudades, con muchas calles con pasos de peatones, semáforos...a 50 en algunas es ya demasiado", asegura. En su opión, "le va a costar más levantar el pie a la gente que anda siempre con prisa, la que ya no respetaba los límites".

La recomendación de la experta: "salir diez minutos antes de casa, no queda otra!" Porque sí es de esperar que se ralentice un poco la circulación, para hacer posible ese tránsito más seguro y menos contaminante que persigue la medida.

Lo que no tiene tan claro son las ventajas de rebajar aún más la velocidad en tramos como el Hórreo, como prevé el concello cuando se complete la remodelación en la zona anexa a la estación intermodal. Para Cristina "es un poco exagerado: algún coche lo tienes que ir frenando para que no pase de 10".

SIN PROBLEMAS MECÁNICOS, SOLO ALGO MÁS DE MANTENIMIENTO

Manolo, de Talleres Servicar, defiende también los beneficios que va a suponer rebajar la velocidad en la circulación por las ciudades: "igual gastamos un poco más el freno", dice sonriendo, pero se "van a reducir emisiones de gases y acústicas y no tiene por qué haber problemas mecánicos". Circular con marchas más cortas es cuestión de acostumbrarse, "segunda, como mucho tercera si vas bajando". Eso sí: recomienda vigilar la limpieza del filtro de partículas, algo que es "un gasto asumible de mantenimiento, unos 100-150€", asegura, a lo que también puede ayudar "salir de vez en cuando de la ciudad y revolucionar un poco el coche en marcha corta", para evitar acumulación de gases en el escape.

"Un golpe en ciudad se repara, los otros...hay que valorarlos"

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En la calle, peatones y conductores aplauden en general el ajuste en los límites de velocidad...al menos, en la "jornada inaugural" de la medida. Elena reconoce que "le va a costar ir despacito"... pero le parece bien para mejorar la seguridad de todos. De la misma opinión es Raquel: dice que en campus sí que hay zonas con mala visibilidad a causa de los coches aparcados junto a los pasos de peatones, pero "un día de noche, o a primera hora de la mañana, va a costar un poco ir a 20, dependerá de la hora, a mediodía, seguro que no". David tiene muchos menos años de carné que Elena y Raquel y asegura que también respalda la reducción de velocidad: "antes que una multa, hay que pisar menos y listo".