El Ayuntamiento de Ferrol rindió este sábado, 21 de agosto, un homenaje póstumo a Fernando Miramontes con un acto en Canido, al que asistieron decenas de personas. En la antigua plaza da Auga, que pasa a denominarse plaza de Fernando Miramontes, se descubrió una placa con el nombre del histórico político del Partido Comunista.

El alcalde, Ángel Mato, presidió un acto en el que también intervinieron los exregidores Jorge Suárez (FeC) y Manuel Couce Pereiro (PSOE) y que cerró Dolores Miramontes, hija del homenajeado.

Poco antes, en el pazo municipal se descubrió el retrato de Fernando Miramontes, pintado por Andrés Gabarres, que ya cuelga de la galería de alcaldes en el Salón de Plenos, y que los vecinos pudiero ver durante la ceremonia en Canido.

Será así, gracias a un acuerdo plenario, aprobado por unanimidad, en el que se recoge esta honra para el teniente de alcalde que en más ocasiones ocupó la Alcaldía de manera accidental.

PERSONALIDAD

Mato ensalzó la figura “de un hombre que reunía el mejor de los valores de una generación a la que le debemos tanto” y que era “una grandísima persona”. Sobre la colocación de su cuadro entre los de los alcaldes de la democracia, dijo que se trata “de una excepción que se hace para una persona excepcional”.

El portavoz de Ferrol en Común, el exalcalde Jorge Suárez, agradeció que el homenaje obedece a la unanimidad de los grupos políticos y recordó los momentos difíciles que Miramontes vivió durante el Franquismo, “como muchos compañeros, por su militancia comunista”.

Couce Pereiro se expresó en similares términos. “Dedicó su vida a servir a todos”, afirmó, y añadió que desarrolló el servicio público “con ilusión y entusiasmo” para resolver los problemas.

El exregidor socialista, que compartió equipo de gobierno con Miramontes, lo calificó de “referencia de la izquierda en Galicia”.

Los tres tuvieron palabras para Fina, la compañera del homenajeado, de la que aseguraron que fue la figura más importante para su trayectoria vital. Concluyó el acto su hija Loli, que aseguró que para la familia queda, sobre todo, “los conceptos de justicia y honra” que defendió su padre, y finalizó con una frase que Miramontes repetía: “Se hay una tortilla, lo justo es repartirla entre todos”.