Sipi y nopi. Este es uno de los sonidos clásicos de muchos ya adultos en su juventud. Quién no ha llenado álbumes de cromos con los personajes de una serie, de distintas especies de dinosaurios o, cómo no, de fútbol.

Hoy en día, parece algo antiguo, pero nada más lejos de la realidad. Los kioskos siguen vendiendo los sobres con postalillas. Y a lo que los menores pueda cambiar en el patio del colegio, se suma una cita semanal para conseguir ese cromo del Mundial o de la Liga que falta para acabar la colección.

REUNIÓN SEMANAL EN RIEGO DE AGUA

Esto sucede cada domingo en la calle Riego de Agua, en pleno centro de A Coruña, de 12h a 14h. Decenas de peques, con sus padres y madres, buscan en plena vía pública completar su colección y llevan sus tacos, bien clasificados y ordenados, para cambiar cromos.

Es el caso de Yago, que está completando el álbum de la Liga "Me falta el dorado de Vinicius y Benzemá", asegura. Su padre incide en que estas reuniones son una forma de hacer amigos pero también de ahorro, "para no gastar tanto en sobres" donde vienen "muchos cromos repetidos".

Otra madre lleva en la mano un papel lleno de listas y números, con letra infantil. A su lado, su hijo negocia con un taco de cromos. "La lista la hace él, con los cromos que le faltan y todo", asegura, al tiempo que incide en que es un método perfecto para adquirir responsabilidades, puesto que "aprenden ellos solos a organizarse".

EL LLAMAMIENTO DE UNA TIENDA

Este club informal de intercambio surgió hace ocho años por idea de la tienda El Baúl de los Recuerdos. Era fácil ver carteles por la ciudad en los que anunciaban estas reuniones. hoy en día, a Fernando, desde el local, no le hace falta ni hacer un llamamiento. Se hace "como antiguamente en María Pita", afirma.