Cada vez es más habitual ver anuncios de oferta de empleo con demanda de transportistas para las empresas. No hay relevo generacional para esta profesión tan dura y exigente, pero esencial para que podamos comer y comprar productos.

Ante la falta de profesionales, las compañías optan por ir directamente a las autoescuelas para captar a los conductores recién formados. Lo constata Pablo Mayobre, presidente de la asociación provincial de autoescuelas de A Coruña: “las empresas están llamando constantemente, tanto para camión como para autocar”.

CONTRATOS INMEDIATOS

Los criterios han cambiado, y “así como antes se reclamaba mucha experiencia, ahora mismo según están saliendo y a poco que dominen el vehículo, están consiguiendo trabajo. “Yo concretamente solo doy vehículos pesados”, afima

A su lado está Alejandro, de 29 años. Tiene el carné de camión pero está ahora sacándose el de tráiler. Cree que es una buena “oportunidad” laboral y “a corto plazo”. “La verdad es que veo bastante futuro en esto”, dice.

REQUISITOS PARA CONDUCIR UN CAMIÓN

Para conducir un camión es necesario tener el permiso C. Para el transporte pesado se requiere además el CAP, un certificado de capacitación. Son unos dos meses de formación. Todo puede costar entre 1200 y 1500 euros, según la zona donde se saque el permiso. La preparación no tiene nada que ver con la del carné de turismo, según Mayobre. “Son temas de carga, de manejo... son vehículos muy grandes y muy pesados”, por lo que hay que “anticipar” más las maniobras y es “completamente diferente a un permiso de coche”.

Desde Acotrades, la Asociación Coruñesa de Transportes Discrecionales, inciden en el “peligro” que supone que conductores noveles pasen a cargar recorrer miles de kilómetros en un transporte pesado. “¿Cómo le vas a meter a una persona un vehículo de 40 toneladas para andar por las carreteras con condiciones climatológicas adversas? Esa persona no sabe ni lo que es cargar un camión o amarrar esa mercancía porque en la autoescuela dio circulación y aparcamiento”, lamenta Lucía Loureiro, vicepresidenta de la entidad.

FALTA DE RELEVO GENERACIONAL

Desde las asociaciones de transportistas ven resignadas esta situación, de la que llevan alertando años. “Ahora se están jubilando los que sacaron el carné en la mili”, y los que quedan “se van a jubilar en unos 15 años”, asegura Loureiro.

Demanda que las administraciones fomenten fórmulas como la FP dual o la formación en las propias empresas de transporte, pero entiende que la profesión no es la más agradecida. No solo por las condiciones, sino también por cómo se les trata a los conductores: “llegas a los sitios y te tratan a veces peor que a un perro”, asevera.

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