Punto y final para la fábrica de Alu Ibérica en A Coruña. La plantilla de la aluminera que cogió el testigo de la multinacional Alcoaha firmado este jueves el ERE de extinción de contratos con el administrador judicial de la planta.

Los casi 300 contratos se extinguirán el 10 de mayo. La rúbrica del acuerdo se da después de que la plantilla votase aceptar la propuesta de Alcoa, por la que cobrarán las indemnizaciones previstas en el acuerdo de enero de 2019. Así, cada miembro de la plantilla recibirá una compensación de 60 días por año trabajado y 10.000 euros.

RENUNCIA A ACCIONES JUDICIALES

A cambio, desde la parte social se renuncia a las acciones judiciales contra la empresa por la venta que acabó por llevar a concurso de acreedores a la factoría y con la Audiencia Nacional de por medio. El órgano judicial mantiene una investigación por presunta descapitalización tras la venta de la planta al Parter. Posteriormente, este fondo de inversión traspasó el negocio al Grupo Riesgo y en los últimos meses pasó a estar gestionada por un administrador judicial.

Había otra querella presentada en la Audiencia por presunta estafa e insolvencia punible, entre otros delitos. En este caso, dirigida a directivos de Riesgo, Parter y Alcoa.

SOLUCIÓN INDUSTRIAL

Desde el comité de empresa siguen demandando a las administraciones central y autonómica “una solución industrial” . En un comunicado, lamentan que ambos gobiernos “estén de espaldas” y sin dar “información” sobre una posible alternativa que pueda dar continuidad a los trabajadores de la factoría.

Tanto el gobierno estatal como la Xunta de Galicia han mantenido contacto con inversores interesados en la planta. Ahora, la única esperanza es optar a recolocaciones en el caso de que una nueva industria se haga con los terrenos y equipamientos que deja la aluminera.

CARPETAZO A 60 AÑOS DE ALUMINIO CORUÑÉS

Con la firma del ERE se pone fin a más de 60 años de historia del aluminio en A Coruña, desde la fábrica del Polígono de Agrela. Todo comenzó en 1960 bajo el nombre de Aluminio de Galicia. En los años 80, el gobierno nacionalizó la empresa para integrarla en Inespal (Industria Española del Aluminio).

A finales de los 90, las plantas de Inespal en España fueron vendidas a la multinacional estadounidense Alcoa. Poco a poco fue deshaciéndose de sus inversiones en España hasta el anuncio de cierre de las fábricas de Avilés y A Coruña en 2018. Las protestas de la plantilla forzaron una venta avalada por el gobierno el 31 de julio de 2019.

En vez de una salida industrial, el traspaso del negocio supuso una larga agonía para los trabajadores. Desde el comité de empresa denunciaron desde el primer momento la falta de inversiones en la factoría y nunca abandonaron las protestas.