Cuando alguien te dice que tiene una mascota lo normal es que te imagines un perro, un gato… o un canario. Pero una familia extremeña ha ido bastante más allá. Su mascota es un cerdo, ¡pero vaya cerdo!. El enorme gorrino llegó a rondar las 40 arrobas, lo que vienen a ser unos 450 kilos. 

Los mimos de Ignacio Romero y su hijo Andrés, vecinos de Higuera la Real, le hicieron merecedor del título al ‘Cerdo más grande de Extremadura’.

Según reconoce Andrés, «todo fue por casualidad y curiosidad, la única intención era comprobar cuanto podía llegar a engordar Manolo», ese es su nombre de pila. No escaseaba el pienso, las bellotas o los acaramelados higos pasados. Una dieta que su dueño define como: «comida a discreción».

Por sorprendente que pued parecer, Manolo era una mascota ejemplar. Hacia las delicias de los más pequeños que, sin ningún reparo, se aupaban hasta su lomo para juguetear y divertirse ante la patidifusa mirada de los presentes.