“Es un capricho del Gobierno”: la incertidumbre en Almaraz que amenaza al PSOE en las elecciones extremeñas
La comarca del Campo Arañuelo, dependiente de la central nuclear, se presenta como una de las grandes claves de los comicios del 21-D

Badajoz - Publicado el
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A pocos días de las elecciones, el futuro de la central nuclear de Almaraz se ha convertido en un punto decisivo que marcará el sentido del voto en Extremadura. En una programación especial desde la comarca del Campo Arañuelo, la Cadena COPE ha pulsado la opinión de ganaderos y trabajadores que viven directamente de la planta, cuyo cierre sigue vigente y previsto para 2027, a pesar de la controversia política y la dependencia económica de toda la zona.
La voz del campo: “Nos afecta a todos”
El debate sobre la viabilidad de la central va más allá de lo político y técnico, calando en todos los sectores de la comarca. Así lo ha explicado Eugenio Porras, ganadero y presidente de la asociación de la vaca blanca cacereña. “Directa o indirectamente nos afecta el funcionamiento de la central, nos afecta a todos los sectores, y al campo también”, ha asegurado. Según Porras, la planta permite el “abaratamiento de los pastos” y aporta un importante impulso económico que fija a la población joven, evitando el despoblamiento y la falta de relevo generacional.
Frente al debate medioambiental, Porras ha defendido que la central nunca ha perjudicado al entorno. “El campo ha seguido su ritmo”, ha afirmado, mientras ha criticado la postura del Gobierno central. Considera que la decisión de no prorrogar la actividad de la planta es puramente política: “Yo creo que es un capricho del Gobierno cerrar la central, es un capricho que no tiene sentido”. En su opinión, el sentir de la gente es claro y se reflejará en las urnas: “La central, yo creo que aquí en la zona va a dar algo que decir a la hora de soltar el voto”.
Es un capricho del Gobierno cerrar la central"
“El PSOE ha abandonado a la gente”
Uno de los testimonios más contundentes ha sido el de Juan Jesús Martín, analista químico en la central y exteniente de alcalde por el Partido Socialista en Romangordo. Martín abandonó el partido al sentirse desamparado. La “gota que colmó el vaso” fue la falta de apoyo de la dirección del partido tras la multitudinaria manifestación que congregó a 13.000 personas para pedir la continuidad de la industria, y la ausencia de respuestas del ministerio.
Martín ha sido muy crítico con la cúpula de su antiguo partido, a la que acusa de no escuchar a sus bases en la región. “¿Tú has sentido que el Partido Socialista ha abandonado a la gente que depende de la central? Totalmente”, ha sentenciado. Considera que los alcaldes socialistas de la zona “deben de alzar esa voz, deben de pedir ese debate, esas líneas con las que hablar en el ministerio, y lo que no pueden estar callados”. Además, ha insistido en que la seguridad está garantizada, ya que Almaraz está “en el número 1 del ranking WANO” y es “completamente segura y completamente rentable”.
Lo que no pueden estar callados"
El motor económico de la comarca
El impacto de la central en la economía local es innegable. Un dato demoledor lo confirma: los seis pueblos de mayor renta media por persona de toda Extremadura dependen directamente de Almaraz. La planta no solo genera 4.000 empleos directos, sino miles de puestos de trabajo indirectos que benefician a todos los ciudadanos a través de los ingresos extra que reciben los ayuntamientos. A pesar de que el PSOE de Extremadura insiste en que la prórroga está asegurada, oficialmente solo se ha trasladado al Consejo de Seguridad Nuclear la petición de estudio, sin una decisión en firme.



