A pesar de ser un año en el que se esperaba una recuperación, los vendedores ambulantes siguen luchando por remontar, ya que las ventas se mantienen similares a las registradas en 2022. Sin embargo, alcanzar los niveles previos a la pandemia sigue siendo un desafío inalcanzable, con apenas la mitad del volumen de negocio de 2019.

Inicialmente, las expectativas eran prometedoras, pero se han desvanecido gradualmente. La subida de los precios, condiciones climáticas desfavorables y el crecimiento constante de las compras por internet han impactado significativamente en los mercadillos, donde las ventas este año no han logrado alcanzar sus mejores momentos. En conversaciones con varios comerciantes ambulantes, se ha evidenciado su preocupación por esta situación.

Sin embargo, es importante destacar que esta realidad no afecta de igual manera a todos los sectores. Por ejemplo, los vendedores de frutas se encuentran desbordados por la demanda, demostrando una cara diferente dentro del comercio ambulante.

En medio de este escenario, los comerciantes de la región tienen puestas sus esperanzas en que los ayuntamientos implementen medidas de apoyo, similares a las que el año pasado se llevaron a cabo en Mérida. Estas ayudas podrían ser clave para aliviar la situación actual, según lo expresado por los propios comerciantes, quienes anhelan recuperar los niveles de negocio que mantenían antes de la pandemia.