Pepe Bonaño reconquista Badajoz desde Puerta Trinidad
El artista onubense repite victoria en el prestigioso Concurso de Pintura al Aire Libre de la capital pacense.

El autor con su obra.
Badajoz - Publicado el
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No es fácil robar el alma a una ciudad en un solo día. Menos aún hacerlo dos veces y con testigos. Pero Pepe Bonaño Márquez, un onubense de Valverde del Camino, parece haber descubierto la fórmula alquímica para capturar la luz, la historia y el ánima de Badajoz sobre un lienzo.
Este sábado 21 de septiembre, el pintor se proclamó, por segunda vez en dos años, vencedor absoluto del XXVI Concurso de Pintura al Aire Libre Ciudad de Badajoz, un certamen que consolida su prestigio nacional y que este año congregó a 43 artistas, dos más que en la edición anterior. La obra ganadora, una perspectiva interesantísima y llena de matices de Puerta Trinidad capturada desde los Jardines de la Legión, no es solo un ejercicio de técnica impecable, sino un testimonio de profunda conexión con el patrimonio pacense.
Bonaño, con la destreza de un duelo al amanecer, desenvainó sus pinceles y su paleta para enfrentarse a los muros centenarios, emergiendo victorioso con una pieza que ahora cederá al Consistorio a cambio de una dotación de 2.100 euros. Un trueque más que justo para una pieza que se convertirá en patrimonio de la ciudad.
En este certamen el podium lo completaron una cohorte de talentosos artistas que hicieron temblar el suelo creativo de la capital. El segundo premio (1.800 euros) fue a parar a las manos de Luis Zenón, de Badajoz, mientras que el tercer galardón (1.200 euros) recayó en su paisano, Emilio Mellado. El cuarto y quinto puesto viajaron más lejos: a Madrid, de la mano de José María Díaz, y a Cáceres, con Federico Plasencia, respectivamente. La mención internacional se la llevó el portugués Joao Cabral, uno de los cinco accésits de 150 euros, en una edición que celebró con júbilo la recuperación de artistas lusos.
La entrega de premios, un acto cargado de emoción, tuvo lugar en la Plaza Alta, que hizo las veces de salón del trono para los nuevos maestros de la pintura rápida. El ambiente lo puso la Banda Municipal de Música dirigida por Vicente Soler Solano, cuyas notas flotaron en el aire crepuscular como una banda sonora perfecta para una velada que mezcló el arte, la cultura y la celebración vecinal. Fue el broche de oro a una jornada maratoniana en la que los caballetes se desplegaron como un ejército de creación.
Una de las novedades más comentadas de esta edición fue la delimitación de las zonas en las que los artistas podían plantar su tridente creativo. El mapa de este año, una suerte de "busca y captura" pictórico, marcaba como territorios de caza los barrios de San Andrés, el parque de la Legión, el de los Sitios y el corredor verde. Esta restricción, lejos de ser un límite, se reveló como un acicate para la innovación, forzando a los participantes a buscar perspectivas frescas y composiciones inigualables de rincones ya conocidos.
Para el concejal del área, José Antonio Casablanca, este evento es mucho más que un simple concurso; es una cita imprescindible en el calendario cultural nacional y un motor dinamizador para el sector. Badajoz, así, se consolida no solo como una ciudad de frontera, sino como un faro de creación que atrae miradas de toda España y Portugal.