Kiosquero: un oficio en peligro de extinción
Carlos resiste con su negocio familiar en Badajoz: "Es un trabajo muy sacrificado"

Kiosquero: un oficio en peligro de extinción
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Basta darse una vuelta, pisar la calle y pasear por Badajoz para darse cuenta de que estamos perdiendo uno de los oficios más tradicionales. En los últimos 10 años el número de kioscos ha caído a menos de la mitad y en todo el país quedan menos de 17.000.
La prensa siempre se ha presentado como el principal sustento de estos establecimientos y la aparición de las versiones digitales supuso un duro varapalo para los kioscos. La compra de las ediciones impresas empezó a relegarse a la población más adulta y con el envejecimiento de la misma cada vez hay menos lectores que sigan acudiendo a diario a obtener las ediciones físicas.
Ante esta probemática los kiosqueros solo tienen una opción: reinventarse. Han comenzado a vender otros productos, realizan servicios de paquetería e incluso comercializan a través del mercado online, el objetivo es mantenerse y subsistir. Carlos es uno de estos innovadores del sector.
Él tiene 48 años y regenta un kiosco en la Ronda del Pilar, el kiosco que lo vio nacer. Como en la mayoría de los casos, la profesión le viene de cuna aunque manifiesta que no quiere que su hijo continue con la tradición.Señala que "es un trabajo muy sacrificado" pero que le gusta y lo maneja bien.