¿Existen túneles secretos bajo Badajoz? La leyenda que se resiste a desaparecer
Historias de pasadizos que cruzan la ciudad e incluso el río Guadiana siguen vivas en el imaginario local, aunque la arqueología no ha encontrado pruebas que las respalden

Badajoz - Publicado el
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Si eres de Badajoz, probablemente hayas escuchado alguna vez la historia: pasadizos secretos bajo tierra, túneles que cruzan la ciudad de lado a lado, conectando cuarteles, edificios... Incluso hay quienes aseguran que uno de ellos atraviesa el río Guadiana, desde la Alcazaba hasta el cerro de San Cristóbal. Hay testimonios que lo afirman con seguridad, vecinos que dicen haber estado dentro o conocer a alguien que lo estuvo. ¿Mito popular? ¿Verdad enterrada?
Alberto González, cronista oficial de Badajoz, lo tiene claro: “La fantasía es desbordante. Hay teorías para todos los gustos, pero la mayoría son producto de la imaginación popular”. A pesar de que la ciudad ha estado históricamente fortificada y sitiada, con baluartes, fuertes y puntos defensivos conectados, esos pasos eran estructuralmente muy distintos a lo que describe la leyenda.

Existían pasos cubiertos, no túneles subterráneos con ese halo misterioso que suele atribuírseles”, aclara.
Cronista oficial de Badajoz
El mito del túnel bajo el río
Una de las versiones más populares sostiene que existía un túnel bajo el Guadiana. Según la leyenda, conectaba la Alcazaba con el cerro de San Cristóbal. Sin embargo, González descarta esa posibilidad con rotundidad: “Ni ha existido ni es técnicamente viable. En esa zona el lecho del río es de roca. Construir ahí habría sido casi imposible”.

Parque del Guadiana (Badajoz)
El único pasadizo documentado
A pesar de todo, sí existe un pasadizo subterráneo con constancia histórica: el Caño de la Loba, una salida militar que desemboca junto a Puerta Trinidad, en el Parque de la Legión. Se desconoce con certeza su punto de inicio, aunque se sospecha que podría estar en los alrededores de la plaza de San Juan o San Andrés. Aún así, no tiene nada que ver con la red de túneles extensos y secretos que circulan en los relatos populares.

Durante décadas de obras en el casco urbano —excavaciones, canalizaciones, reformas— nunca ha aparecido rastro de grandes pasadizos. “Lo que sí se han encontrado son silos, túneles domésticos o pasajes que comunicaban casas con patios o bodegas. Pero nada más”, afirma el cronista.
La historia de un arqueólogo convencido
Incluso personas con formación académica han llegado a defender algunas de estas leyendas. Uno de los casos más llamativos es el de Virgilio Viniegras, reputado arqueólogo local que dedicó buena parte de su vida a demostrar la existencia de un túnel bajo el Guadiana. Excavó, investigó y buscó sin descanso. Lo único que halló fue una galería de apenas tres metros que llegaba al río para recoger agua. “Toda una vida dedicada a un mito que nunca se materializó”, comenta González.

El poder de las leyendas
Entonces, ¿por qué esta historia persiste con tanta fuerza? La respuesta quizá no está en la arqueología, sino en el imaginario colectivo. “La escala del boca a boca es más poderosa que cualquier documento. Las leyendas tienen una fuerza que a veces supera a los hechos”, reflexiona el cronista. Y en el fondo, puede que también nos guste creer que bajo las calles de Badajoz hay secretos esperando a ser descubiertos.
“Nos gusta pensar que hay algo más debajo de nuestros pies. Aunque la historia, al menos por ahora, diga lo contrario.”
Cronista oficial de Badajoz