Sergio Redrejo, presidente del Cabeza del Buey: "La gente está volcada, cada domingo es una fiesta"

El CD Cabeza del Buey está siendo una de las grandes revelaciones en su debut en Tercera RFEF. El equipo se encuentra quinto con 14 puntos, ha concedido una sola derrota y acumula ya siete partidos sin perder, un inicio que su presidente, Sergio Redrejo, califica de 'impensable' antes de empezar la temporada pero que ahora les permite 'dar guerra'.

La unión como clave del éxito

Redrejo atribuye este gran comienzo a varios factores, comenzando por 'la ilusión con la que llevamos trabajando estos años atrás'. Sin embargo, destaca por encima de todo el compromiso del cuerpo técnico y los jugadores, de quienes afirma que 'están todos super unidos, es una piña', algo que se percibe en cada entrenamiento.

El presidente también ha querido destacar la figura del entrenador, Fidel Caballero, a quien considera 'un amigo' y define como 'un trabajador nato'. Redrejo pone en valor 'el sacrificio que hace, igual que todos los jugadores' por la distancia, un esfuerzo que, en su opinión, 'tiene muchísimo mérito'.

Pies en el suelo ante el futuro

Pese al gran momento que vive el club, el presidente mantiene la cautela. 'El objetivo es la permanencia', asegura, aunque no cierra la puerta a cotas más altas: 'si el equipo está ahí y podemos luchar por algo más, pues bienvenido sea'. Redrejo insiste en la importancia de 'tener los pies en el suelo', reconociendo la dificultad de una categoría con 'equipos históricos' como Badajoz, Don Benito o Villanovense.

El objetivo es la permanencia, pero si podemos luchar por algo más, bienvenido sea"

Una afición entregada

La comunión con la grada es total, un factor que el presidente considera fundamental. 'La gente está volcada con el equipo', afirma Redrejo, describiendo el ambiente del estadio como 'una fiesta' cada domingo. Para él, una de sus 'mayores satisfacciones' es 'ver el campo lleno cada domingo' y comprobar que 'no se habla de otra cosa por el pueblo que no sea del fútbol'.

La gente está volcada con el equipo, cada domingo que jugamos en casa es una fiesta"