Robots que sanan y que unen a escolares y niños hospitalizados en Badajoz
El CEIP Lope de Vega impulsa una iniciativa pionera que utiliza la robótica para fomentar la inclusión y el apoyo emocional en el Hospital Materno Infantil

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Badajoz - Publicado el - Actualizado
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Esta semana ha comenzado en el Hospital Materno Infantil de Badajoz el proyecto “Aulas Hospitalarias LOPETRÓNICAS”, una iniciativa impulsada por el CEIP Lope de Vega de la ciudad. El programa une innovación educativa, inclusión y compromiso social a través de la robótica educativa y la metodología STEAM para crear un vínculo entre los alumnos del centro y los niños y niñas hospitalizados.
Un puente de empatía y tecnología
El proyecto, coordinado por el docente Daniel Pérez Leitón, busca “utilizar la robótica educativa y la metodología STEAM para tender un puente solidario de empatía y aprendizaje con los niños y niñas hospitalizados”. Durante el curso escolar 2025/2026, se realizarán sesiones mensuales de 90 minutos en las que participarán alumnos de 5º y 6º de Primaria del colegio. Aunque solo ocho estudiantes de cada aula asisten por sesión, toda la clase se involucra en la preparación de los proyectos de robótica que se llevarán al hospital.
La preparación se realiza con mucho mimo en el Aula LOPETRONIC del colegio, considerada el “Aula del Futuro” del centro. Allí, los escolares montan y programan los robots, adquiriendo las destrezas necesarias antes de compartirlas con los pacientes pediátricos. Este trabajo previo fomenta el aprendizaje competencial con impacto social, donde la tecnología se pone al servicio de las personas.
Robótica adaptada a cada paciente
Uno de los retos del proyecto es la incertidumbre sobre los pacientes que encontrarán. Por ello, el equipo lleva a cada sesión una batería de 15 kits de robótica adaptados a diferentes edades, desde infantil hasta los 14 o 15 años. “Tampoco sabemos exactamente qué nos vamos a encontrar, de un día para otro puede haber un ingreso o un alta”, explica Pérez Leitón. Las intervenciones se realizan en el aula médico-quirúrgica, la de oncología y la de psiquiatría.

Aulas Lopetronic del Lope de Vega
El coordinador del proyecto recuerda una anécdota de la primera sesión en el área de oncología con un niño de tres años. Aunque inicialmente se le asignó un robot para su edad, “a los 15 minutos él quería el otro kit de robótica”, el de los mayores. Pese a ser para niños a partir de seis años, el pequeño “hizo un caracol brillante, hizo a Milo que es un robot explorador” y demostró una gran habilidad, una de las situaciones “graciosas” de la jornada.
Que sepan que hay niños fuera del hospital que se preocupan por ellos"
Coordinador
Una lección de vida para todos
La interacción entre los dos grupos de niños es un pilar fundamental. Los alumnos del Lope de Vega reciben formación en sensibilidad para saber cómo dirigirse a los niños hospitalizados y qué preguntas evitar. Según Pérez Leitón, en las sesiones “se produce una magia”, ya que durante hora y media consiguen que la mente del alumnado hospitalizado “se distraiga, se evada de esa realidad tan complicada”.
La energía es el alumnado, darle una oportunidad de tener experiencias diferentes"
Coordinador
El objetivo para los alumnos del colegio es que tomen conciencia de la existencia de las aulas hospitalarias, valoren su propia salud y desarrollen “la parte de preocuparse por los demás aunque no los conozca”. Para los niños ingresados, la meta es que sientan que no están solos. “Que sepan que hay niños fuera del hospital que se preocupan por ellos”, un sentimiento que, según el coordinador, se refleja especialmente en el agradecimiento de los padres.

Participantes en las Aulas Hospitalarias Lopetrónicas
Pérez Leitón, que se define como “maestro por vocación”, afirma que su motivación nace de los propios niños: “La energía es el alumnado, darle a ellos una oportunidad de tener experiencias diferentes, ni mejores ni peores, que eso lo vayan llevando en su mochila de vida”. Este proyecto está integrado en la Programación General Anual del centro y se alinea con la ley educativa LOMLOE, que ya incluye el pensamiento computacional en el currículo.




