El proyecto del Canal de Acceso de València y la remodelación de la estación de Joaquín Sorolla cumple su primer año de desarrollo, con más del 75% de su inversión contratada; un total de 500 millones de euros, de los 665 millones previstos en la actuación ferroviaria y urbanística más ambiciosa de la historia reciente en la Comunitat Valenciana.

El presidente de ADIF, Ángel Contreras, ha explicado que ahora se trabaja en desviar las líneas de alta velocidad Madrid-Valencia, luego las del corredor, para así liberar el 80% del túnel cubierto, y el puente de Giorgeta se demolerá al final de la obra:

Ha asegurado que las obras solo afectarán de forma puntual a los servicios de Cercanías, ya que el objetivo es que el servicio ferroviario se mantenga "en todo momento"

Durante el primer año de obras del canal de acceso, se ha efectuado la reposición de más de 50 servicios afectados y el acondicionamiento de más de 50.000 m2 de terrenos, se ha demolido más de 30.650 m2 de losas y muros y excavado 200.000 m3 de tierra.

El desarrollo de las obras del canal de acceso de València, ha precisado Contreras, "discurre entre otros frentes con el movimiento de tierras, las estructuras de las pantallas y losas que conformarán el futuro túnel". Hasta el momento se han excavado más de 900 metros de pantallas y se ha finalizado parte de la ejecución de las losas, del orden de 2.870 metros cuadrados que formarán parte de la cubierta del canal, para lo que se han utilizado 1.900 m3 de hormigón armado y más de 270 tn de acero.

Se han gestionado más de 400.000 toneladas de material extraído de las excavaciones que se está reutilizando en la propia obra, ha añadido.

Contreras ha puesto en valor que el canal de acceso supondrá "un punto de inflexión para la transformación de la movilidad de los valencianos porque dotaremos al sistema ferroviario de más capacidad para acoger más trenes de cercanías y de alta velocidad".