El macho de Rinoceronte blanco sureño (Ceratotherium simum simum) Cirilo, que llegó a Bioparc València en 2007, ha muerto a los 32 años por una enfermedad gastrointestinal que derivó en peritonitis, que es la principal causa de muerte en estos animales adultos.

Cirilo llegó a València procedente del zoo de Barcelona dentro del programa internacional de conservación de esta especie incluida en la Lista Roja de la UICN, cuya mayor amenaza es el lucrativo negocio de la caza furtiva por sus cuernos. Durante este tiempo en Bioparc, que alberga más de 6.000 animales de cerca de 160 especies, Cirilo ha disfrutado del máximo bienestar en el singular recinto multiespecie que recrea la sabana y que compartía con cebras, avestruces y distintas aves.

Bioparc ha destacado que el personal está afectado porque era un animal muy especial y querido por todos, y ha explicado que en el control rutinario se observó en Cirilo cierta apatía en su comportamiento y se detectó un cólico que comenzó a tratarse de inmediato, al tiempo que se practicaban distintas pruebas diagnósticas.

Tras más de dos semanas de tratamiento intensivo, esta patología gastrointestinal derivó en una peritonitis y no se pudo hacer nada para salvarle la vida.

Durante el proceso se contó con el apoyo de especialistas en caballos de la Universidad CEU Cardenal Herrera de València, dado que esta afección es común entre los equinos y el aparato digestivo de los rinocerontes es muy similar.

Cirilo estaba a punto de cumplir 32 años, lo que significa una edad bastante avanzada para los rinocerontes, que tienen una esperanza de vida de entre 40 y 45 años.