El fallo en las pulseras antimaltrato que denuncia la Generalitat: "Se ponen muy nerviosas"
Desde el gobierno valenciano afirman que la herramienta provoca continuos avisos erróneos. Asociaciones como Alanna lamentan unos problemas que generan incertidumbre a las víctimas.

Así te lo hemos contado en Mediodía COPE Valencia
Valencia - Publicado el
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Los dispositivos de seguimiento para proteger a las víctimas de violencia de género están fallando. Conocidas como pulseras cometa, estas herramientas, integradas en el sistema VioGén, debían avisar si el agresor se acercaba a la víctima, pero en su lugar, están generando un gran número de falsos avisos. Esta situación provoca una alerta excesiva y un miedo añadido en las mujeres que las llevan.
Una pesadilla para las víctimas
La secretaria autonómica de la Conselleria de Igualdad, Asunción Quinzá, explica en los micrófonos de Mediodía COPE MÁS en Valencia que la situación es como una "pesadilla" para las mujeres. Según ha explicado, los fallos son múltiples: desde falsas alarmas que generan angustia hasta la ausencia de aviso cuando el agresor ya está "encima" de la víctima. Además, ha denunciado que "hay quebrantamientos que se han producido por parte del agresor, que no se han podido probar porque no han quedado grabados luego en los dispositivos".
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Quinzá también ha criticado duramente al Ministerio de Igualdad, responsable de las pulseras, por su falta de "lealtad institucional". La Conselleria se enteró de la situación por la prensa y por las denuncias directas de las mujeres, a pesar de que, según afirma, el ministerio ya tenía constancia de los problemas. "El ministerio, conociendo [los fallos], dejó de tener la debida colaboración o lealtad institucional", ha lamentado, asegurando que ocultaron que "estos fallos estaban ocurriendo".
Los maltratadores deberían llevarlas
La Asociación Alanna, de mujeres profesionales contra la violencia de género, vive la situación con "cierta preocupación". Cristina Soriano, trabajadora social de la entidad, ha señalado que estos fallos no son nuevos y vienen ocurriendo "desde hace muchísimo tiempo". Las alarmas constantes generan en las mujeres "mucha incertidumbre, mucho malestar" y las empujan a no salir de su "área de confort" por miedo.
Soriano considera que, aunque son un "recurso muy útil", se necesita invertir más para que funcionen correctamente. Desde Alanna proponen un cambio fundamental: que los dispositivos los lleven los agresores y no las víctimas. "Los dispositivos los deberían de llevar los maltratadores", ha afirmado Soriano, para devolver a las mujeres "una autonomía y una tranquilidad" que ahora no tienen. Se trata, además, de un problema a nivel estatal.
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Cuando una alarma salta, las mujeres llaman nerviosas sin saber cómo actuar. "Nosotras tenemos que hacer el trabajo de contención, de tranquilidad y de decirles que la policía o les va a llamar cuando les falta o que van a acudir a sus domicilios", explica Soriano sobre el apoyo que brindan.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.





