El diestro valenciano Román, "muy grave" tras una espeluznante cornada de 30 centímetros en Madrid

El joven diestro valenciano Román Collado se encuentra muy grave tras sufrir ayer tarde en la feria taurina de San Isidro en Madrid una cornada de 30 centímetros en su muslo derecho, que ha sido incluso peor de lo que avanzaba el primer parte médico emitido desde la enfermería de la plaza de las Ventas, porque finalmente el asta le seccionó la femoral.

Así al menos lo detalla el ultimo parte de esta misma madrugada tras ser operado por segunda vez tras la primera operación que tuvo lugar en la misma enfermería de la plaza de Toros. En esta segunda operación -de más de dos horas de duración- se le ha practicado un bypass utilizando una vena de la otra pierna. El diestro valenciano permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Román fue cogido de forma espeluznante al entrar a matar al tercer toro de la corrida de ayer en Las Ventas, por un muy astifino toro, de la ganadería de Baltasar Ibán. El astado le corneó por el muslo derecho y zarandeándolo con violencia en el aire con el pitón dentro durante unos instantes angustiosos dejándole caído con un gran boquete en la pierna del que empezó a manar gran cantidad de sangre que manaba. El público también temió lo peor al ver que el pitón del toro, quedaba cubierto de sangre hasta la misma cepa y que el diestro perdía el conocimiento al entrar en la enfermería.

La herida, cuya trayectoria es hacia fuera y hacia abajo, produjo destrozos en "vasto interno, musculatura aductora, contusión con vaso espasmo de arteria femoral, rodea el fémur por su cara posterior produciendo contusión en nervio ciático, presentando orificio de salida por cara externa, tercio inferior del mismo muslo", según el primer parte médico. Luego, en el segundo de madrugada, se confirmaba que le había afectado a la femoral.

La valiente faena de Román fue premiada con una oreja que paseó por el ruedo su banderillero de confianza.

Se da la circunstancia que Román toreaba ayer en sustitución del lesionado Emilio de Justo y era así su tercera tarde en la feria de San Isidro.