El campo valenciano encuentra un tesoro cosmético en la paja de arroz
La Unió Llauradora impulsa un proyecto que convierte este residuo en un producto antienvejecimiento y soluciona el problema de su quema en la Albufera

Entrevista Pepe Castro director de proyectos de La Unió Llauradora
Valencia - Publicado el
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El problema histórico de la quema de la paja del arroz en la Albufera podría tener los días contados. Una investigación impulsada por La Unió Llauradora ha descubierto un uso revolucionario para este residuo agrícola: su transformación en un potente cosmético antienvejecimiento. Así lo ha explicado Pepe Castro, director de proyectos de la organización, en el programa 'Mediodía COPE Más en Valencia', donde ha detallado los avances de un proyecto que promete una doble valorización para la paja.
Doble vida: de residuo a recurso
El proyecto ha logrado una doble valorización del residuo. En primer lugar, en colaboración con la Universidad Miguel Hernández y el IDiBE, se han extraído fenoles y polifenoles con demostradas propiedades para la industria cosmética. "Se han hecho pruebas para cosméticos que han funcionado muy bien", ha señalado Castro. Pero el aprovechamiento no termina ahí: el material sobrante se ha empleado con éxito en la industria del calzado como sustituto del caucho, llegando incluso a fabricarse prototipos de zapatos.
Estamos emocionados y excitados con este tema
Director de proyectos de La Unió Llauradora
El éxito de esta doble vía ha sido tal que, según ha avanzado Pepe Castro, el sector ya se plantea "montar una planta de procesado de la paja", lo que supondría un paso definitivo para consolidar esta nueva cadena de valor.
La solución que llegó de la nieve
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Sin embargo, el director de proyectos de La Unió Llauradora ha subrayado que el principal obstáculo nunca ha sido encontrar un uso para la paja, sino poder retirarla de los campos. "El gran problema es que no se puede extraer la paja del arroz normalmente de la Albufera porque llueve cuando no tiene que llover, se inundan los campos, se queda la paja húmeda y no puedes meter las empacadoras", ha detallado. La solución ha llegado de una idea de los propios agricultores, adaptar máquinas quitanieves.
Dentro del proyecto, se trajo una de estas máquinas desde Alemania y se probó en las peores condiciones posibles, con un campo deliberadamente inundado. El resultado fue un éxito. "Metimos la máquina y funcionó, y funcionó muy bien", ha afirmado Castro. La empresa fabricante alemana, entusiasmada con el resultado, ya ha desarrollado nuevos diseños que enviará en las próximas semanas a la Albufera para seguir mejorando el sistema de extracción.
Un nuevo modelo de negocio para el agricultor
Este avance tecnológico es la clave que abre la puerta a un nuevo modelo de negocio donde los agricultores no solo se desharán de un problema, sino que obtendrán una nueva fuente de ingresos. "En el proyecto se hizo un modelo de negocio [...] y con números muy interesantes, y lo más importante, pagando la paja. El agricultor sacará la paja y cobrará por ello", ha confirmado Pepe Castro. De esta forma, el arrozal valenciano se equipararía a otros cultivos de cereal donde la paja ya se aprovecha.
El equipo del proyecto también está abordando los siguientes pasos, como el triturado y secado del material, para lo cual planean visitar una empresa especializada en Córdoba. La emoción es palpable, como ha reconocido Castro: "Estamos emocionados y excitados con este tema". Lo más valioso para la organización, ha concluido, es que todo el proceso ha nacido desde la base. "La idea ha sido una idea botona, una idea de abajo a arriba. Ha venido de ahí y nosotros simplemente la estamos canalizando para que pueda ser posible. Estos son los proyectos interesantes".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




