Los 100 jóvenes de Paiporta que encuentran consuelo y esperanza en Castro Urdiales: de la tragedia al hermanamiento

De los escombros y el lodo ha emergido una historia de solidaridad que emociona y da esperanza. A raíz del desastre provocado por la Dana en la Comunitat Valenciana, la localidad cántabra de Castro Urdiales ha abierto sus puertas —y su corazón— a cien estudiantes del IES Andreu Alfaro de Paiporta. Un gesto que va más allá del apoyo puntual: es un compromiso humano entre territorios que, sin conocerse previamente, ahora están hermanados por la empatía, la colaboración y el cariño.

La iniciativa partió de un profesor del Instituto Ataúlfo Argenta de Castro Urdiales, quien propuso a la alcaldesa Susana Herrán ir un paso más allá en la solidaridad con los afectados. "Queremos hacer algo más por los jóvenes de Paiporta, darles un poco de aire fresco, que salgan del entorno tan difícil que han vivido", ha relatado Herrán en una entrevista en COPE Más Valencia.

No se lo pensaron dos veces. La propuesta se transformó en una operación de acogida que ha incluido alojamiento en hoteles, albergues y familias voluntarias del municipio cántabro. “En principio iban a venir unos 70, pero al final fueron 100. Nadie se quedó fuera. Todo el mundo en Castro ha colaborado para que se sintieran como en casa”, explicó la alcaldesa, visiblemente emocionada por la calidez del recibimiento.

La experiencia para los alumnos valencianos ha sido tan transformadora como necesaria. La mayoría de ellos ha vivido dos crisis en apenas cuatro años: la pandemia del COVID-19, que les robó etapas clave de la infancia y la adolescencia, y ahora la Dana, que ha devastado sus barrios, hogares y centros educativos. “Son muy jóvenes para haber sufrido tanto. Muchos no pudieron graduarse por la pandemia y ahora se han quedado sin viaje de estudios. Cuando llegaron me decían: ‘Si no fuera por esto, no tendríamos ningún viaje’”, compartía Herrán con una mezcla de orgullo y tristeza.

El recibimiento institucional fue cálido y emotivo. “Les dijimos que esta es ya su casa. Y que pronto, cuando todo vuelva a la normalidad, haremos oficial ese hermanamiento entre Castro y Paiporta”, anunciaba la alcaldesa. La idea no es solo un intercambio puntual, sino establecer una relación duradera entre las dos comunidades, con futuras visitas, proyectos compartidos y la consolidación de lazos culturales y sociales.

Durante su estancia, los jóvenes están participando en todo tipo de actividades: remo en traineras, visitas al emblemático estadio de San Mamés, rutas por la costa cántabra, excursiones al monte y momentos de convivencia con sus anfitriones. “Aquí es todo verde, decían. Para ellos ha sido una bocanada de aire puro, literal y emocional. Han salido de lo que describían como un entorno marrón, con todo destruido, para respirar en otro paisaje completamente distinto”, afirmaba Herrán.

El proyecto ha sido posible gracias a la implicación de toda la comunidad educativa y del Ayuntamiento de Castro Urdiales, que ha coordinado la logística y facilitado recursos. La solidaridad no ha sido una reacción efímera del momento, sino una apuesta por seguir cuidando a quienes han pasado por momentos difíciles. “Queríamos que estos chicos se llevaran algo bueno, un recuerdo bonito, después de tanto dolor”, insistía la alcaldesa.

En Paiporta, el gesto ha sido recibido con inmensa gratitud. Familias enteras agradecen que sus hijos hayan tenido la oportunidad de desconectar, de convivir y de volver a sonreír tras semanas de incertidumbre y angustia. “Esto no es solo un viaje, es una experiencia de sanación colectiva”, decía una madre en redes sociales, donde el hermanamiento ha sido aplaudido por vecinos y entidades locales.

La esperanza ahora es que este vínculo, nacido del barro y el dolor, se convierta en una tradición. Que lo que comenzó como un gesto de auxilio mutuo se transforme en una relación estable entre dos pueblos unidos por la empatía. “Estoy segura de que este será solo el primer paso. Vamos a seguir en contacto, a seguir colaborando. Y estoy convencida de que pronto seremos nosotros quienes vayamos a Paiporta, para continuar esta historia tan bonita”, adelantó Herrán.