Valencia Basket arranca en Madrid su desafío gigante, volver a ganarle una liga al Real de Tavares

Valencia Basket empieza este viernes su tercera final de la Liga ACB. En 2003 cayeron ante el mejor FC Barcelona de la historia, el de la primera Euroliga azulgrana y el triplete, con Pesic y Bodiroga. En 2017 se tocó el cielo, tumbando al Real Madrid de Laso y Doncic, que además, como ahora, tenía ventaja de campo.

En los cruces entre ambos equipos, la historia está del lado de los madrileños. Sólo en aquella inolvidable final se ganó. Las otras cinco, fueron para los blancos. En la 97/98, 3-1 en cuartos. En la 06/07, nuevamente en primera ronda, otra vez 3-1.  Después fueron ya en semis los cruces. La 14/15, otro 3-1. La 18/19, un 3-0, y, en la 20/21, en unas semis al mejor de tres, un 2-1 para el Real. Sumando el glorioso 1-3 de la final ganada por los taronja son un total de 22 partidos de playoff, repartidos en esas seis eliminatorias, con un balance de 15-7 para los madridistas. 

Pero hay también muchos matices a los que cogerse para alimentar el optimismo valenciano. Las similitudes con aquel 2017. El Madrid llegaba líder, pero después de una decepción en la Euroliga. Es cierto que este año ni se ha metido en la Final 4 europea, un palo gordo que ha puesto en la diana la figura de Chus Mateo, ya cuestionado al no haber ganado ninguno de los títulos nacionales disputados (Supercopa y Copa del Rey). 

En este curso, dos enfrentamientos. El primero, quizás el mejor partido que ha visto la Fonteta en la 24/25. Poco antes de Navidades, el 22 de diciembre, en un partido físico, igualado, de infarto, los valencianos sometieron a los de Chus Mateo 85-84 con la grada enfervorizada. La única derrota blanca hasta que perdieron en Málaga en los playoffs el pasado domingo. 22 triunfos seguidos en la fase regular, más los dos de Baskonia en cuartos y los dos primeros de la serie contra Unicaja. 

Un total de 26 victorias entre aquella derrota en Valencia y la del Martín Carpena. El otro, en el escenario de los dos primeros choques de la gran final, 96-89 a principios de mayo. "Lo que podemos esperar es que sea un duelo seguramente duro, largo y lleno de emociones para todos los aficionados.  Los dos mejores equipos están en la final. Si hay un equipo que este año ha demostrado un estilo, un estilo muy marcado y que está dando rédito, es Valencia Basket. Eso hace que sea un equipo realmente peligroso", advirtió el entrenador del vigente campeón.

Más de un año sin perder en el Movistar Arena en ACB

En casa, la racha es salvaje. Desde el 31 de marzo, en la jornada 27 de la 23/24 nadie ha ganado en ACB en el Movistar Arena. Nadie. El último, el Manresa de Pedro Martínez y Brancou Badio, aquel día con 20 puntos del senegalés. "Nosotros muy contentos de estar aquí, muy ilusionados. Sabemos que estamos ante una muy buena oportunidad, pero al mismo tiempo, Real Madrid ha sido el mejor equipo en la Liga regular, en su campo no pierden desde ni se sabe cuándo, y sabemos que va a ser difícil, pero yo creo que venimos en un buen momento, de confianza y con mucha ilusión para intentar dar la sorpresa", recordó el entrenador catalán de Valencia Basket. Son 30 partidos de local en liga, contando playoffs, sin perder de manera de consecutiva en su feudo. 

Con Pedro Martínez al mando, la ilusión se dispara. La marcha del catalán después de aquel título dejó un vacío y una desconfianza que pagaron Txus Vidorreta, Jaume Ponsarnau o Álex Mumbrú, sus sucesores. Su vuelta devolvió la confianza al entorno y recuperó la conexión con la Fonteta. Valencia Basket volvió a tener una identidad, valiente, atractiva, que también, como en 2017, tuvo un duro golpe con la eliminación en la Eurocup. "Nosotros pasamos algún momento deportivo complicado, sobre todo la Copa del Rey, donde no competimos. Fue un disgusto muy grande. Le doy mucho valor al hecho de superar adversidades. Evidentemente, la competición no ha acabado. Queda trabajo por hacer", comentó Pedro en Tenerife nada más cerrar la serie el sábado pasado en la isla. 

Como en el 2017, el palo de la Eurocup afectó, se encajó, pero hizo más fuerte al grupo. Así, desde que se perdió contra el Hapoel Tel Aviv, hubo un día de duelo, ante UCAM Murcia con Sito Alonso hurgando en la herida emocional con una zona 2-3 eterna, pero después los taronja fueron creciendo hasta acabar la temporada regular segundos, eliminar por la vía rápida al Gran Canaria - asaltando el maldito Gran Canaria Arena- y al Laguna Tenerife. Era el camino más despejado hacia la final, por eso también el club se reforzó como avanzó COPE con un interior (Joel Soriano). 

Ahora, parafraseando a Pedro, queda trabajo por hacer. Pero el equipo ha endurecido su defensa, como para rebajarle los porcentajes al conjunto de Vidorreta, el más eficaz de la ACB, de forma ostensible. Contra el Real Madrid habrá que seguir creciendo desde la defensa. Los blancos han sufrido contra Unicaja Málaga en el cuerpo a cuerpo y los taronja deberán marcar un listón de dureza alto desde el salto inicial este viernes. Mario Hezonja, una de las grandes estrellas de la ACB, reconoce su admiración por la propuesta valenciana: "Me encanta cómo juega Valencia, puede ser que es el equipo al que más partidos le he visto esta temporada". 

Montero - Campazzo

Uno de los grandes atractivos de la final es el duelo de bases, Jean Montero contra Facundo Campazzo. El dominicano, que hace unos días mejoró su contrato como contó COPE, está a un nivel estelar. Pero el argentino no le anda a la zaga. El Facu es un especialista en descentrar a sus rivales y Montero tendrá que estar enfocado para no cargarse de faltas antes de tiempo como ocurriera en el decisivo choque ante Hapoel. Ahora sí que estará Chris Jones, que se perdió aquella cita clave por sus problemas de rodilla. Un Jones ( 10'9 puntos, 5'2 asistencias y 2'3 rebotes por partido, rozando el 40% en triples), que también llega mejor y motivado, con ganas de reivindicarse.  

Factor Tavares

El gigante caboverdiano es uno de los jugadores más influyentes en el juego de Europa. Líder de la ACB en tapones, sus largos brazos cambian tiros e intimidan, pero, en ataque, el Real Madrid le busca poco. El Valencia Basket tiene que sacarle de la zona, con la amenaza de Matt Costello y Reuvers desde el triple, y correr. "Edy sufre contra pívots que tiran bien de tres, lo saben nuestros rivales y lo sabemos todos. Tenemos que prepararnos para ello contra Valencia", afirmó Chus Mateo en Málaga tras el cuarto y definitivo partido. 

El rebote será determinante. Los valencianos domina la clasificación en temporada regular, pero los blancos les siguen. En rebotes defensivos mandan los de Chus Mateo y los de Pedro en los ofensivos. Esa lucha es vital, porque marcará mucho el ritmo del encuentro y el termómetro de la confianza. El arbitraje ha generado mucha polémica en la semifinal entre malagueños y madrileños. "Sinceramente n o me preocupa el arbitraje. Creo que los que tenemos experiencia en la ACB, que somos prácticamente todos, sabemos lo que es enfrentarse al Real Madrid. Tenemos que ser ya conscientes de ello y espero que los árbitros intenten hacer el mejor trabajo posible, que imagino que no será fácil pitar una final ACB. Yo confío en que son gente muy profesional y no creo que haya ningún problema", argumentó Josep Puerto en COPE. Esperemos que el capitán tenga razón. 

Empieza la cruzada taronja por el segundo título liguero y esto va de equipo, de grupo, de juego coral. Valencia Basket necesita de todos, porque el Madrid vive más de sus individualidades (Hezonja, Musa, Feliz...). Los blancos son el decimotercer equipo en asistencias, los valencianos, los líderes. Otra de las llaves. La principal, no tener miedo, ni vértigo. Jean Montero está ante un gran desafío y lo vive con su confianza habitual. "La experiencia no se improvisa, a veces puede dar un plus, pero estamos en el mismo escenario y tenemos la oportunidad de escribir nuestra propia historia", admitió sin tapujos el dominicano. A por ello.