Cuatro meses después de una de las escenas más estrambóticas que se recuerdan se ha vuelto a repetir la imagen. El presidente del Valencia CF, Anil Murthy, ha regresado al Palau de la Generalitat a donde acudió a principios de marzo sin un papel que ofrecer al presidente Ximo Puig tras sus innumerables incumplimientos en torno a la reanudación de las obras del nuevo estadio, a la construccción del polideportivo de Benicalap y, en definitiva, a la beneficiosa ATE firmada en su día y que es inviable que se lleve a término con las condiciones pactadas en su momento.

Hoy la visita tenía otra motivación. En el Palau se daban cita los presidentes de los cuatro equipos valencianos de LaLiga Santander (Levante UD, Villarreal CF, Elche CF y Valencia CF) y el único representante en la ACB de baloncesto (Valencia Basket) para tratar el asunto del regreso de los aficionados a los recintos deportivos ante la vuelta de las competiciones oficiales, a partir de mediados del mes de agosto.

Ximo Puig, ha asegurado que la voluntad de la Generalitat en la vuelta de los aficionados a los estadios es que "haya el mayor número de público posible", aunque "siempre desde la seguridad". Preguntado Murthy por si ya hay determinado un porcentaje del aforo que se podrá completar en las gradas, poco ha aportado: "Estamos en ello en torno a la campaña de abonos, para ayudar a los aficionados a regesar al fútbol como antes. Vamos a trabajar los clubes con la Generalitat, pero no tenemos una estimacion de cuánta gente podrá entrar".

Y perseguido por los periodistas mientras se dirigía a su vehículo y sin detenerse, el presidente del Valencia CF no ha querido aportar nada de luz sobre los próximos movimientos previstos por el club para tratar de subsanar sus reiterados incumplimientos de los compromisos pautados en la ATE: "Vosotros habláis más de esto que yo", ha sido lo único que ha salido de su boca. Como si este asunto no fuera de capital importancia para el futuro del Valencia CF.