Los Juegos Olímpicos han terminado para Kang-in Lee y, con ello, su nombre vuelve a escena en el mercado. El surcoreano es otro de los que protagoniza la operación salida del Valencia CF, así como el gran quebradero de cabeza a la hora de planificar la temporada que está por llegar. No quiere renovar, tan solo le resta un año de contrato y el club está ante su única oportunidad de sacar rédito económico por él. Algo que pasaba, en gran medida, por el papel que hiciese con su selección en Tokio.

Kang-In se erigía como uno de los grandes atractivos dentro de la categoría futbolística, después de llevar a Corea del Sur a la final del último Mundial Sub-20 y llevarse el Balón de Oro del torneo. Sin embargo, ha sido suplente en tres de los cuatro encuentros que ha disputado su combinado hasta su eliminación en cuartos de final, donde cayó ante México por 3-6. Solo partió de titular en la primera jornada de fase de grupos frente a Nueva Zelanda, y desde entonces todo han sido minutos residuales con los partidos ya encarrilados.

Por contra, ello no le ha impedido firmar un buen registro goleador. Tres tantos (uno de penalti) que lo convierten en el segundo máximo anotador surcoreano en estos Juegos, por detrás de su compañero Ui-Jo Hwang con cuatro. No fueron goles decisivos, pues todos llegaron en los minutos finales con poco margen para sorpresas, pero suman de cara a la galería para revalorizar al futbolista y atraer compradores, que es justo lo que necesita el conjunto che.

Desde el club contemplan su salida, a diferencia de otros casos como el de Daniel Wass. Aún así, según ha podido saber COPE, a día de hoy Kang-In sigue sin traer ninguna oferta interesante tanto para él como para el Valencia, por lo que todo se mantiene estancado a falta de dos semanas para que arranque la liga y a menos de un mes para llegar al cierre de la ventana de traspasos. El jugador, por de pronto, comienza ahora sus vacaciones y salvo que acorte plazos no se le espera a las órdenes de Bordalás durante las primeras jornadas.