El calvario de Thierry toca a su fin

El maldito pubis trae de cabeza a Thierry Rendall. Las sensaciones mejoran, pero no lo suficiente para sentirse en plenitud física. La cosa va a días y esto ha afectado, por momentos, al estado anímico del jugador que ha necesitado de ayuda externa para llevar mejor su recuperación. Desde el club no lo descartan para el partido del viernes ante el Espanyol. Pero tampoco lo descartaban para jugar ante el Levante y la realidad es que el portugués sigue fuera tres meses después de su infortunio. Esta vez parece que sí entrará en la convocatoria ante los pericos.

Ha sido un auténtico calvario. Desde el primer momento, tras su lesión el pasado 19 de septiembre ante el Real Madrid, en Deportes COPE Valencia pusimos el foco en el pubis, más allá de su lesión en el aductor. Existía una afectación en la zona, pero desde el cuerpo médico confiaban en que era mínima y por eso se centró en la recuperación del aductor. Y no es que hubiese mala clínica, es que la pubalgia es una lesión traicionera. Muy dificil de recuperar. Una sintomatología que aparece y desaparece y ese es, el peor escenario para tratar una recuperación.

Thierry arrancó la temporada siendo el jugador más destacado. A todos sorprendió en Paterna, su notable cambio físico en su llegada después de vacaciones. Había trabajado duro en el gimnasio y físicamente era un jugador distinto, con un potencial físico espectacular. Y esa mejoría la trasladó al césped para hacerse dueño de la banda derecha cuajando buenos partidos y siendo un hombre muy importante para el esquema de Bordalás. Pero la mala suerte se cruzó en el camino con la lesión ante el Madrid de Ancelotti. Desde entonces, todo han sido contratiempos.

El club quiso reforzar su autoestima, anunciando días después, su renovación con el conjunto de Mestalla hasta junio de 2026. Pero nadie levantaba a Thierry de la camilla de los fisios. El dolor era insoportable para el futbolista.

En el parón de octubre, llegó a viajar a Portugal con el consentimiento de los servicios médicos del Valencia para tener una segunda opinión. Pero su confianza en los médicos del club estaba intacta y siguió tratándose con los recuperadores en Paterna. Mientras tanto, Bordalás seguía esquivando la palabra pubis en sus comparecencias.

Mejoró, volvió al grupo y entró en la convocatoria ante el Villarreal. De hecho, llegó a jugar veinte minutos, pero salió del campo llorando apoyado en dos compañeros. Era la viva imagen de la desolación y la impotencia.

Vuelta a empezar. Mes y medio en el gimnasio, trabajando en solitario con los fisios y recuperadores. Alguna aparición esporádica sobre el césped para trotar. Probando y de nuevo cayendo en la desesperación del dolor intenso. Arropado desde el primer momento por sus compañeros y todo el cuerpo técnico, Thierry ha luchado contra el pubis y contra el coco. La lesión ha llegado a superarle, pero su fortaleza mental ha vencido. En el trasfondo, surge la palabra quirófano. Su compatriota Guedes, íntimo amigo, sabe mucho de ello. Todos cruzan los dedos en Paterna.

El parón navideño ha servido para ultimar su puesta a punto y las vibraciones son buenas así que, Bordalás tiene la última palabra para incluirlo en la lista de convocados el próximo viernes. Thierry quiere volver a sentirse futbolista y recuperar su mejor fútbol. Lo merece el chaval después de todo lo sufrido. Y, sobre todo, merece que la lesión le abandone de manera definitiva. No más sustos. El técnico quiere que el portugués sea su regalo de reyes y el primer refuerzo del mercado de invierno.

Con los cuatro positivos COVID que ha confirmado esta mañana el club en la primera plantilla, cobra mayor relevancia el regreso del futbolista portugués. Siempre con prudencia, pero con la sensación de que, por fin, su regreso está a la vuelta de la esquina. El viernes puede ser el día.