“Esta memoria del pasado año 2020 resume nuestro intenso trabajo y lo que ha significado para pacientes, familiares, voluntariado, personas afines y equipo de profesionales, intervenir en adicciones en una situación tan diferente como la generada por la emergencia sanitaria por la Covid-19”, ha señalado Isabel Vilimelis, directora de Proyecto Amigó.

Durante 2020 el centro atendió a 406 personas que padecen una adicción, así como a 525 familiares de pacientes. En cuanto al sexo de las personas atendidas, los hombres representaron un 79% y las mujeres un 21%. El porcentaje global de mujeres respecto al año anterior se ha incrementado en un 6% más de usuarias respecto a 2019. La edad media de las personas usuarias ha sido de 39 años, siendo 37 en 2019.

También destaca que el 4% de las personas atendidas fueron menores de edad, un punto más que en 2019. En este sentido, se ha consolidado el proyecto de atención a menores de edad, jóvenes y sus familias, Proyecto Joven. “Ha evolucionado en un programa con entidad propia que ha sabido ajustarse a las necesidades específicas de la población más vulnerable frente a conductas de riesgo o consumos problemáticos”, ha señalado Vilimelis.

Como en 2019, la adicción principal por la que se solicitó ayuda es la cocaína con un 33%, seguida del alcohol con un 23%. Del grupo de las adicciones comportamentales, el juego patológico supone un 83%, 9 puntos más que en 2019.

Destaca también el trabajo a través de INSOLA, un programa del Fondo Social Europeo gracias al cual han podido atender a 42 personas (19% mujeres y 81% hombres) que han visto mejoradas sus capacidades para iniciar o mantener un empleo.