La tradición litúrgica ha resultado clave para el devenir, crecimiento e impulso de la historia de muchas localidades, especialmente en el interior. En algunas como Les Useres, Castellfort o Catí, las peregrinaciones han crecido más allá de lo religioso para alcanzar niveles destacados en ámbitos como el turismo o la cultura.

Unas romerías que en otras poblaciones han pasado al olvido, bien por la pérdida de población, el desinterés o el abandono de los puntos de llegada.

Virgen de la Vallada

Este último ejemplo lo tenemos en el Alto Palancia. Como suelen hacer desde hace varios años, el ayuntamiento de Bejís ha recordado esta semana, concretamente el jueves, el aniversario de la romería que se hacía en la comarca a la ermita de la Virgen de la Vallada, ubicada en el término municipal de Barracas pero perteneciente a Pina del Montalgrao, de la que es patrona. Un espacio catalogado como Bien de Relevancia Local.

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Según explican desde este consistorio, y citando a "Quinque libri 1588-1645 Bejís-Bexix", esta romería, la más antigua de la que se tiene constancia en la localidad, tuvo su primera edición en 1591, aunque no partió desde dicha población.

Y es que, según apunta la historia, "el 12 de junio de 1590 recibió una concordia el notario de El Toro, entre los rectores, vicarios, Justicias y Jurados de las villas de Bejís, El Toro, Teresa, Barracas y Pina, todos conformes en que el postrero día de Pascua se hiciera una procesión a esta Ermita desde cada pueblo, comenzando el año 1591 por Pina por encontrarse la Ermita en su término. El segundo año sería Barracas, el tercero, El Toro, el cuarto Bejís y el quinto sería Teresa, y al año siguiente se volvería a comenzar en el mismo orden y así sucesivamente".

Así, no fue hasta 1594 cuando Bejís hizo su romería hasta la Virgen de la Vallada. Y ahora, más de 400 años después, el consistorio la recuerda desde hace varios años, y lanza incluso un mensaje para su recuperación: "sería interesante recuperar esta romería y recorrer el camino que durante varios siglos hicieron nuestros antepasados".

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Estado ruinoso

Para ello eso sí existe un gran problema: el estado de la ermita. El edificio, que se encuentra "en el borde de la N-234, cerca de la salida de Barracas de la autovía A-23", según apuntan desde el ayuntamiento de Pina de Montalgrao actualmente se encuentra cercada por una alambrada para su protección.

Y es que esta ermita, con 3 espacios constructivos bien diferenciados, está a día de hoy en estado ruinoso. Así, sólo quedan en pie "unos derruidos muros mampuestos y tres arcos de sillería que vinculan su traza a los templos de reconquista".

Esta ermita, surgido en el histórico camino de Ragudo que servía de enlace entre Valencia y Aragón, nació según cuenta el relato tradicional cuando "estando un pastor guardando su rebaño, se le apareció la Virgen en una zarza, indicándole que allí mismo encontraría una imagen suya, como así fue, por lo que a causa de llamarse aquel sitio así a la Virgen se la conoció como Virgen de Vallada. En aquel mismo lugar se construyó una ermita en la que recibía culto fervoroso nuestra señora de Vallada. Mas como aquella ermita estuviera en lugar de paso, se convirtió en refugio seguro para el viajero que transitaba por aquellos caminos".

Un espacio ahora que aún se puede apreciar por el camino como recuerdo de un pasado mejor, pero al cual el ánimo de una población le puede acompañar a un recuerdo a mantener en el futuro.