La propuesta de Toni Pérez: Reclamar un cambio de ley para proteger la propiedad privada y garantizar el acceso a la vivienda

En el debate sobre el futuro del urbanismo y el acceso a la vivienda, se ha propuesto una solución contundente: cambiar la ley. La propuesta principal es que se proteja la propiedad privada y que sea el Estado quien garantice una vivienda digna a las personas vulnerables, tal y como recoge la Constitución. De esta manera, se argumenta, se podría dar respuesta a la crisis habitacional actual.

 La construcción, una actividad criminalizada  

Frente a la demonización del sector de la construcción, se ha defendido su papel fundamental para la sociedad. Gracias a la iniciativa privada, existe una fortaleza de empresas locales de construcción capaces de levantar colegios, centros de salud y hospitales de alta calidad. Se ha llegado a afirmar que sin ellas la situación sería mucho más precaria: "Prueben ustedes a vivir a otras latitudes donde no haya empresas locales de la construcción, que lo prueben".

Cámbiese la ley, dese garantías a la propiedad, dese garantías al propietario"

Toni Pérez

Presidente de la Diputación de Valencia

Uno de los puntos más críticos expuestos es la inacción de las administraciones competentes en materia de vivienda. Se ha denunciado que en la provincia de Alicante, que incluye municipios como Dénia, Benidorm o Alicante ciudad, no se ha construido ni una sola vivienda de promoción pública entre 2015 y 2023. En este sentido, se ha lanzado una petición clara para reformar el marco legal: "Cámbiese la ley, dese garantías a la propiedad, dese garantías al propietario".

 Sostenibilidad y gestión del territorio  

El desarrollo urbanístico sostenible es posible a través de la planificación y una correcta gestión de los recursos. Se ha recordado que el lema "piensa globalmente, actúa localmente" nació hace un siglo en el ámbito de la planificación urbanística para subrayar que el territorio es un bien finito. Como ejemplo de buena gestión, se ha mencionado a municipios que, con más población y turismo, han reducido su consumo de agua en un 20% en 18 años.

La gestión del territorio se presenta como una herramienta clave contra el reto demográfico. Se ha defendido un modelo que combine la sostenibilidad ambiental, económica y social para regenerar zonas de interior que sufren el abandono de la actividad agrícola. En este contexto, se ha afirmado que "el territorio es algo que no se puede engrandecer y es algo que hay que proteger", y se ha señalado al turismo residencial como una posible vía para revitalizar estas áreas y combatir la despoblación.