Simulacro de alto voltaje: helicópteros, narcos ficticios y persecuciones frente a las costas de Alicante

El pasado 11 de junio, frente al litoral que une el norte de la provincia de Alicante con el sur de Valencia, se vivió una escena digna de una superproducción cinematográfica. Patrulleras surcando a toda velocidad, helicópteros en vuelo rasante, agentes de élite desplegados en pleno mar… pero no se trataba de una operación real, sino de un simulacro aeronaval ejecutado por la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera con un objetivo muy claro: entrenar y perfeccionar su respuesta operativa ante situaciones reales de narcotráfico.

Este ejercicio conjunto forma parte de un protocolo de actuación que ambas instituciones ejecutan periódicamente para verificar y mejorar sus sistemas de comunicación, coordinación, activación y actuación frente a amenazas en alta mar. Y el escenario elegido no fue casual: la costa este española es una de las rutas más vigiladas por las autoridades debido al tráfico de estupefacientes por vía marítima.

La acción comenzó cuando el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) detectó una embarcación semirrígida sospechosa a unas siete millas náuticas al este del Cabo de la Nao. De inmediato, se activaron las alarmas en el Centro Operativo Complejo (COC), y un helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil con base en Valencia fue enviado a la zona.

Una vez confirmada la sospecha, se activó el protocolo completo: embarcaciones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera zarparon desde Alicante, mientras el Centro de Coordinación Operativa Permanente (CECOP) de la Agencia Tributaria coordinaba la maniobra. Al operativo se sumaron la patrullera ‘Colimbo IV’, con base en Ibiza, y la ‘Río Júcar’, de la Guardia Civil en Valencia. En un giro muy realista, el helicóptero rescató a un agente que interpretaba a un narcotraficante ficticio que había "caído al agua" durante la persecución.

El despliegue finalizó en la zona de El Brosquil, al sur de Cullera, pero no sin antes desplegar todos los recursos previstos: las patrulleras de altura ‘Arao’ y la interceptora ‘Colimbo IV’ por parte de Vigilancia Aduanera; el buque ‘Río Adaja’, la ‘Río Júcar’, dos helicópteros del Servicio Aéreo de la Guardia Civil y efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), que brindaron apoyo y cobertura subacuática en caso de necesidad.

Previo y posterior al ejercicio, se celebraron reuniones de coordinación entre el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria y la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil. En ellas se valoraron los resultados del simulacro y se reforzaron las líneas de colaboración, que fueron calificadas como “excelentes” por los responsables de ambas instituciones.

Además de ser un entrenamiento táctico, este tipo de maniobras sirven para evaluar la respuesta en situaciones críticas, afinar los protocolos de acción y, sobre todo, garantizar que, en caso de intervención real, la respuesta sea rápida, precisa y eficaz.

Con ejercicios como este, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera demuestran su compromiso con la seguridad del litoral y su capacidad para combatir las mafias del narcotráfico que operan en el Mediterráneo.