Caminar descalzos por los que ya no están: "Lo hacía mi abuela, y ahora lo hago por ella"
Miles de peregrinos hacen el recorrido descalzos para pedir a la Santa Faz que se cumplan sus promesas

Alicante - Publicado el
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En el día de la Santa Faz, la tradición de peregrinar sin calzado hacia el monasterio se convierte en un acto de fe profundamente personal para cientos de alicantinos.
Quienes lo hacen aseguran que caminar descalzos es una forma de agradecimiento, súplica o recuerdo. Muchos lo hacen para pedir por la salud de un familiar, por la curación de una enfermedad o como homenaje a alguien que ya no está.
La escena se repite año tras año: jóvenes, mayores y familias enteras cruzando la ciudad hasta llegar al monasterio. Las lágrimas se mezclan con el sudor y la devoción, especialmente cuando se alcanza la explanada de la Santa Faz, donde muchos se arrodillan o se santiguan antes de besar el suelo.
Una tradición que no figura en el programa oficial, pero que emociona a quienes observan y conmueve a quienes la viven. Este 2025, en pleno Año Jubilar y tras el fallecimiento del papa Francisco, la carga simbólica ha sido aún mayor. Para muchos, andar descalzos es también un símbolo de humildad, sacrificio y conexión con lo trascendente.