La alarmante predicción de un ganadero de Orihuela: "Si llega la peste porcina, el sector se hunde en horas”

El copropietario de Granja Los Narcisos de Orihuela, Narciso Andreu, ha manifestado su profunda preocupación ante la amenaza de la peste porcina africana (PPA) y el "daño económico" que su expansión podría causar al sector. Andreu subraya la alta dependencia de las exportaciones, ya que España produce cerca del 160% de lo que consume. Un cierre de fronteras, asegura, "sería una hecatombe para el sector".

Un colapso de precios

El ganadero explica que el principal temor es que la enfermedad, detectada hasta ahora en animales salvajes, salte a las explotaciones ganaderas. La consecuencia directa sería devastadora, ya que, según recuerda por la experiencia de su padre, "cuando entra en una granja se muere todo". No obstante, Andreu aclara que para los humanos "es inofensivo".

Si se prohíben las exportaciones, el mercado interno no podría absorber el excedente de producción. Narciso Andreu detalla que aproximadamente la mitad de cada cerdo se destina a la venta exterior, por lo que el mercado nacional "se satura y los animales no paran de crecer", provocando "una hecatombe en los precios". Lejos de una subida, para los productores "sería una ruina".

Sería una hecatombe para el sector"

Narciso Andreu

Copropietario de Granja Los Narcisos

La fauna salvaje, en el punto de mira

Andreu identifica a la fauna salvaje como el principal foco del problema. "El jabalí para nosotros es un gran problema", afirma, criticando la gestión actual de la superpoblación de ciertas especies. En su opinión, "aquí en este país parece que todos tienen derecho, menos la gente que tenemos unas obligaciones con el tema de los animales".

El sector ganadero de porcino es el primero de la Unión Europea y el tercero del mundo"

Narciso Andreu

Copropietario de Granja Los Narcisos

Para dimensionar la magnitud de la potencial crisis, el ganadero recuerda la importancia estratégica de la industria porcina. "El sector ganadero de porcino es el primero de la Unión Europea y el tercero del mundo", subraya. Andreu también rememora la fragilidad económica del sector, que ya se vio "al límite de la ruina" con la subida del precio del cereal durante la guerra de Ucrania.