La inagotable energía de Mamma Mía! aterriza en Córdoba: "Ves que el público se levanta, llora, ríe y se abraza"
El aclamado musical basado en las canciones de ABBA llega al Gran Teatro tras su éxito en Madrid, prometiendo una experiencia llena de luz, humor y emoción

Mamma Mía llega a Córdoba
Córdoba - Publicado el
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Toda la energía imparable del musical Mamma Mía! llega al Gran Teatro de Córdoba del 4 al 14 de diciembre, tras un arrollador éxito en Madrid que superó las 1.000 funciones y el millón de espectadores. La actriz Verónica Ronda, que da vida a la icónica protagonista, Donna, comparte las claves de un espectáculo que celebra el amor, la amistad y los reencuentros que cambian la vida, todo ello envuelto en los grandes éxitos de ABBA.
El reto de encarnar a un icono
Interpretar a un personaje tan querido como Donna Sheridan es un desafío mayúsculo, especialmente con los referentes de Nina en España y Meryl Streep en la gran pantalla. Para Verónica Ronda, asumir este papel ha sido "el bombón que me han puesto en esta época de mi vida". La actriz confiesa que recibir este personaje en su actual momento de madurez artística y personal ha sido un "regalazo" que le ha permitido explorar nuevos matices en su interpretación.

Una de las escenas de Mamma Mía
Aunque al principio sintió "mucho miedo y respeto", Ronda ha ido moldeando el personaje a lo largo de las más de 1.000 funciones. "Creo que ahora estoy en un punto más fino, como que he ido encontrando pequeñas cositas casi de lenguaje cinematográfico, haciendo menos es más", explica. Su objetivo ha sido trascender las referencias para aportar algo personal y conectar con la esencia de una comedia que califica como de "hilo fino". Este proceso, además, le ha permitido conectar de una manera más profunda con las mujeres de su familia.
Una arrolladora conexión con el público
Uno de los aspectos más impactantes del musical es la reacción del público. "Es increíble, porque hemos vivido cosas que a mí, a día de hoy, todavía me ponen la piel de gallina", relata Ronda. La actriz recuerda momentos sobrecogedores, como cuando espectadores con demencia han reaccionado a la música, demostrando su poder transformador. Esta conexión culmina cada noche en el ‘medley’ final, diez minutos de pura euforia colectiva.

Una de las escenas de Mamma Mía
Durante la traca final del espectáculo, "ves que el público se levanta, lloran, ríen, se abrazan. Yo nunca había tenido esta sensación en el teatro". Según la actriz, este feedback de los espectadores es la energía que le ha impulsado a seguir interpretando a Donna durante casi cuatro años. Ver al público irse a casa con esa vitalidad es, para ella, el mayor premio y el motor que mantiene vivo el espectáculo.
Si somos capaces de que los espectadores rían durante 2 horas 40 en un teatro, pues el objetivo ya estaría cumplido"
Actriz que da vida a Donna
La fórmula inagotable de ABBA
La música de ABBA es, sin duda, el corazón del musical. Ronda reflexiona sobre la capacidad del grupo sueco para crear una "muy buena fórmula" que ha trascendido 50 años. "No es una música compleja arquitectónicamente hablando, pero han conseguido que trascienda", comenta. Esta vigencia se hace palpable en el teatro, donde "puedes ver a niños con 5 añitos que tararean las canciones y luego te encuentras personas de 90 y tantos que vivieron esa época".
La actriz se pregunta si la música actual tendrá la misma capacidad de perdurar. "Esto tiene fecha de caducidad", opina sobre algunas tendencias actuales, en contraste con la intemporalidad que ABBA y otros grupos de su época lograron. Su música se ha convertido en un lenguaje universal que une a distintas generaciones en una misma celebración.
Hay que controlar los agudos, saber dónde cortas la emoción para seguir cantando"
Actriz que da vida a Donna
El desafío físico y vocal de Mamma Mía! es enorme. Verónica Ronda lo describe como "atletismo", un reto que le exigió volver a un estado de forma óptimo. Uno de los mayores retos fue la danza, con las coreografías de Iker Carrera, que introducen un lenguaje más contemporáneo y duro al que no se está acostumbrado en el teatro musical. "Fue otra vez como decir, madre mía, a ver si soy capaz de hacer estos movimientos", confiesa.
A nivel interpretativo, el segundo acto supone un tour de force, con cinco temas seguidos donde la emoción no deja de crecer. Ronda, que se considera más actriz que cantante, busca que las canciones nazcan como monólogos. El clímax llega con "The Winner Takes It All", un momento de gran vulnerabilidad. "Hay que controlar los agudos, saber dónde cortas la emoción para seguir cantando, para volverte a dejar invadir por las emociones, poder llorar, cortar otra vez la emoción, seguir cantando. Eso es lo más difícil que hago en el montaje", detalla.
Finalmente, la protagonista espera que el público cordobés se marche a casa "bailando y con ganas de vivir". El objetivo de la compañía de 55 personas, una "familia gigante" en gira, es claro: ofrecer un refugio ante el "mundanal ruido". "Si somos capaces de que los espectadores rían durante 2 horas 40 minutos en un teatro, pues el objetivo ya estaría cumplido", concluye Ronda.



