Unos vándalos paran un tren de Cercanías entre Torrelodones y Las Matas para grafitearlo

Unos grafiteros detenían este jueves un tren entre las estaciones de Torrelodones y Las Matas para realizar sus fechorías.

Un par de minutos después de las 17.00 de la tarde, el tren de la línea C-10, que cubría el trayecto Villalba - Las Rozas - Príncipe Pío- Aeropuerto paraba en seco, después de que alguien activase el freno de emergencia. El fin era claro: grafitear buena parte de los vagones del convoy. Jóvenes encapuchados y perfectamente organizados, 'decoraron' en apenas tres minutos dos vagones del Cercanías con sus sprays.

Es el conocido método del 'palancazo'. El modus operandi consiste en que los vándalos se cuelan en las cabinas traseras de los trenes activando el freno automático. Una parada con riesgo: al producirse en seco, puede provocar caídas de los pasajeros. 

Detenido el Cercanías, activan la apertura automática de puertas, bajan y se dedican a pintar los vagones. Es un plan estudiado puesto que los jóvenes actúan en trenes en los que saben que no hay presencia de seguridad. Además, los detienen en lugares inhóspitos y pactados con sus compañeros de fechorías que graban y ayudan en la huida in situ.

VANDALISMO QUE SE REPITE

Este hecho se produce unos meses después de que otro grupo de delincuentes detuviera un tren, pintara y agrediera a un pasajero que grabó sus fechorías entre las estaciones de Galapagar y Torrelodones. Fue el pasado mes de mayo.

En febrero de este año, 18 grafiteros fueron detenidos en la Comunidad de Madrid y Valencia acusados de 159 delitos valorados en 650.000 euros de daño de reparación de las pintadas realizadas en trenes y metros. Uno de ellos ingresó en prisión y a tres se les impuso el alejamiento de instalaciones ferroviarias como medida cautelar.

A finales de 2018, se produjo una ola de vandalismo en Metro de Madrid y Cercanías. Entonces, unos jóvenes detuvieron un tren entre Collado Villalba y Galapagar, siempre con el mismo método.

Tras la reforma del Código Penal, la falta por este tipo de daños quedó relegada a una infracción leve que podría conllevar una multa administrativa de entre 100 y 600 euros. En juego, también, la Ley de Seguridad Ciudadana que prevé que la comisión de tres infracciones de deslucimiento, convertirían el hecho en grave lo que podría llevar aparejado sanciones que oscilan entre los 1.001 euro y los 30.000.