A través de una nueva webcam, la Comunidad acerca a los madrileños la vida de una pareja de águila calzada procedente de África que ha anidado en pleno corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Se trata de un proyecto en colaboración con la Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife) que se puede seguir a través de la página web www.parquenacionalsierraguadarrama.es

Se trata de una alternativa más puesta en marcha para poder disfrutar de la naturaleza de la región desde casa en estos días de confinamiento obligado por la evolución del coronavirus. De hecho, la Comunidad de Madrid y SEO Birdlife disponen de otra webcam en un nido de buitre negro en el Parque Nacional.

Gracias a estos sistemas, se puede seguir el día a día de estas aves, contemplar su proceso reproductor, las dificultades para alimentar a varios pollos o la valentía de aguantar el cuerpo cubierto de nieve con tal de que no se enfríen los huevos, como sucedió hace unas semanas en el nido de buitre negro, una especie protegida y en peligro de extinción.

No son las únicas propuestas. Además de estas webcam, están disponibles diferentes vídeos del programa ‘Una ventana al Parque Nacional’, con imágenes que han ido recopilando sus trabajadores a lo largo del tiempo sobre la flora y la fauna de la Sierra de Guadarrama.

Además, la Red de Centros de Educación Ambiental (CEAs) de la Comunidad de Madrid ha elaborado recomendaciones de documentales, libros o películas en las que la naturaleza es protagonista.

ÁGUILA CALZADA

El águila calzada es una rapaz migratoria que cría en zonas forestales de toda España. Las águilas calzadas procedentes de África –como la pareja que se ha asentado en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama– establecen sus nidos en la península ibérica, en este caso en el Valle del Lozoya; son sus zonas de cría.

La mayoría de las águilas calzadas son migratorias transaharianas. Durante su migración, se concentran en el estrecho de Gibraltar para cruzar el mar hasta África y atraviesan el desierto del Sahara, pasando por Argelia, Mali y Mauritania.

Incluso en el periodo reproductor utilizan grandes extensiones de hábitat alrededor de sus nidos llegando a desplazarse hasta a 75 kilómetros diarios en busca de alimento, utilizando principalmente áreas constituidas por un mosaico de paisajes heterogéneos dominado por extensiones de matorral, áreas agroforestales (principalmente cultivos de secano), áreas abiertas, cultivos y pastizales.