Ni látigo, ni barba de tres días, ni sombrero (salvo para protegerse del sol), ni siquiera conocimientos en la materia. Para participar en la campaña ciudadana de excavaciones en el yacimiento de El Rebollar, en El Boalo, los vecinos no tienen que emular al cinematográfico profesor y arquéologo Indiana Jones.

Solo apuntarse como voluntarios para trabajar entre el 27 de mayo y el 21 de junio, tener tiempo y ganas de adentrarse en un mundo emocionante, vinculándose con sus raíces históricas. Este lunes se ha abierto el plazo de inscripción.

Se trata de dar continuidad al trabajo realizado con la primera campaña. Y la cosa pinta bien, se esperan hallazgos más que interesantes, a tenor de los análisis del georradar. "Los estudios geofísicos han permitido localizar el área donde estaba la antigua ermita, más grande de lo que habíamos previsto. En esta campaña esperamos sacar a la luz toda la planta del edificio y terminar de excavar el interior, que es donde el año pasado salió una de las tumbas, y presumiblemente pueda haber más", avanza Charo Gómez Osuna, arqueóloga y miembro del Equipo A de arqueología encargado del proyecto. 

La campaña será del 27 de mayo al 21 de junio de lunes a viernes de 9 a 14 horas

"Los vecinos voluntarios vienen con una ilusión tremenda por conocer lo que es la arqueología, que está muy mitificada como actividad aventurera por  Indiana Jones, pero es un trabajo muy duro, a la vez que apasionante. La emoción que sienten cuando descubren un trozo de cerámica, un asa o una boca de una vasija, un cuchillo, un clavo... les hace concienciarse sobre la importancia de la investigación sobre su pasado histórico, crear identidad como pueblo", añade Gómez Osuna. 

Las excavaciones se realizarán de lunes a viernes de nueve de la mañana a dos de la tarde. "El trabajo de los voluntarios consistirá en ir bajando con cuidado las distintas capas del suelo para ir sacando los restos. La tierra que se va extrayendo la cribamos para que no se escapen pequeñas piezas. También podrán colaborar en la limpieza y reconstrucción de los hallazgos así como en los trabajos de documentación y catalogación. Que puedan conocer todo el proceso".

Las inscripciones se pueden realizar en equipoadearqueologia@gmail.com.

UN YACIMIENTO CON SORPRESA

El yacimiento de El Rebollar se conoce desde los años 60, cuando se descubrieron varias tumbas dispersas por el cerro del mismo nombre, en la confluencia del arroyo del Herrero con el río Samburiel. Se encontraron tanto esqueletos humanos como ánforas de barro y monedas de cobre. Unas excavaciones realizadas en 1999, antes de la construcción de una urbanización en la zona, determinaron la existencia de una necrópolis con cerca de un centenar de tumbas de la época visigoda, e incluso una posible ermita. El Archivo Parroquial situaba la edificación, dedicada a la Virgen del Sacedal, entre los siglos XVI-XVII.

Pero no fue hasta 2018, en que se inició una campaña de excavaciones arqueológicas con la participación de vecinos y voluntarios, cuando se han sacado a la luz restos que revelan la importancia histórica y antigüedad del yacimiento.

Han dejado 'boquiabiertos' incluso a los arqueólogos. "La sorpresa final es que apareció una tumba con un individuo varón joven. Los análisis de Carbono 14 realizados a los huesos han fijado la fecha del enterramiento en el siglo VII, lo que confirma la antigüedad del yacimiento arquelógico", recordaba Gómez Osuna.