Salva vidas como cirujano residente en La Paz, el mismo hospital donde le salvaron la suya de bebé
El joven doctor Javier Aizpurúa Espinosa nos cuenta su inspiradora historia, marcada por el destino que le ha devuelto a los quirófanos de La Paz
Madrid - Publicado el
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Es un cirujano con un brillante futuro y un pasado de superviviente. A sus 25 años, este joven doctor cántabro, nacido en Santander, está cumpliendo uno de sus sueños: trabaja en el Hospital de La Paz de Madrid como residente de primer año. Su especialidad es una de las más complejas y difíciles: cirugía general y de aparato digestivo.
El doctor Aizpurúa Espinosa interviene en todo tipo de operaciones. Desde cáncer de mamá a tumores de colon o de hígado. Y lo hace precisamente en el mismo hospital de La Paz donde le salvaron la vida a él cuando era un bebé de solo tres meses, diagnosticado de cáncer de hígado.
VIVIR UN SUEÑO CON LOS PIES EN EL SUELO
Está viviendo en una nube pero con los pies muy pegados al suelo esta experiencia médica profesional pero también personal. Hasta los doce años estuvo pasando revisiones anuales de su cáncer de hígado y entrar hace unos meses en La Paz fue como entrar en el túnel del tiempo: “Lo que me sorprendió fue cuando en mi primera guardia iba hacia la cafetería del hospital y estaba todo igual en La Paz que hace 25 años. Tenía el recuerdo de estar allí de pequeño y estaba todo como antes”, nos cuenta el doctor.
APRENDIZAJE MÉDICO Y HUMANO
Javier Aizpurúa Espinosa vive cada día de trabajo en La Paz como un aprendizaje y no solo de tipo médico. “Estoy aprendiendo todos los días de mis compañeros y jefes, pero no solo de técnica quirúrgica, también a nivela humano”, el doctor residente. El campo de actuación en quirófano es muy amplio en esta especialidad de cirugía general y del aparato digestivo. Desde cáncer de mama, a tumores de tiroides, colon o hígado. Justo el cáncer de hígado fue su caballo de batalla, su terrible dolencia diagnosticada cuando solo tenía tres meses. Javier Aizpurúa lo vive de una manera especial y positiva.
“Me parece muy bonito cerrar este círculo porque gracias a la paz y sus médicos estoy hoy aquí. Le estoy devolviendo al hospital parte de lo que me dio en su momento”, añade el doctor. Además ha conocido hace unos días al médico que le operó y le salvó la vida allí mismo en La Paz. Le ha podido dar las gracias por sus buenos oficios porque hubo momentos muy duros y difíciles sobre todo tras la intervención quirúrgica con algunos problemas que surgieron en el posoperatorio.
El doctor Aizpurúa Espinosa rompe una lanza a favor de la sanidad pública. Nos dice que se debe cuidar y mantener. Al fin y al cabo, sin la sanidad pública, el doctor Aizpurúa no estaría trabajando en La Paz ni nos podría haber contado su reveladora historia.