A la galería central del Prado le sacan los colores
El museo cambia el verde grisáceo de su espacio más emblemático por un azul ultramar para reforzar el colorido de las obras maestras de Rubens, Veronés y Tintoretto

Entrevista a Alfonso Palacios, director adjunto de Conservación del Museo del Prado
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Adiós al verde grisáceo... Hola al azul ultramar... La galería central del Museo del Prado, la columna vertebral de la pinacoteca, cambia el tono verdoso de sus paredes por un intenso azul más oscuro. Se busca el contraste con los potentes tonos rojos, naranjas o verdes de las obras de gran formato y fuerza expresiva de la pintura veneciana y flamenca, protagonista en este espacio mítico del Prado.
250 litros de pintura para mil quinientos metros cuadrados de superficie a pintar en dos fases. La primera afecta a las salas 24, 25 Y 26 que permanecerán cerradas hasta el 25 de septiembre. Las obras que habitualmente se encuentran en esas salas son de la escuela italiana: Hipomenes y Atalanta de Guido Reni, Adán y Eva de Tiziano y Rubens, dos versiones de Tiziano del Entierro de Cristo (todos ellos ahora en la sala 40) y El Lavatorio de Tintoretto (en la maravillosa exposición temporal de Veronese).
La segunda fase de estos trabajos de pintura en el templo de la pintura afectarán a las salas 27, 28 Y 29 que se cerrarán al público entre el 17 de septiembre y el 6 de octubre. En total se mueven 58 obras, entre ellas tres esculturas.
La dirección del Prado llevaba tiempo sopesando el cambio de color de la galería central para potenciar la expresividad de las obras maestras y ese tono referencia S7010-R90B del sistema de color NCS, azul ultramar para los amigos, fue ganando terreno a raíz de la exposición de hace unos meses sobre El Greco donde se pudo ver cómo esa tonalidad azul resaltaba todos los colores de las obras del pintor cretense.

Un pintor cambia el color de las paredes en el Museo del Prado
Además de reforzar el vivo colorido de las obras venecianas y flamencas, el nuevo tono azul contrasta con la luz cenital de este espacio emblemático del museo. Su busca enriquecer al máximo la experiencia de la visita al Prado con este azul lleno de matices.
en el corazón del prado
La galería central del Museo del Prado ha sido, desde su apertura en 1821 (dos años después de la inauguración en 1819), el eje vertebrador de la exposición permanente y el espacio simbólico por excelencia de la pinacoteca, junto a la Sala XII de Las Meninas.
Desde el gris verdoso claro de 1927, pasando por el tono crema de principios de siglo, el gris cálido de la exposición de Tiziano en 2003, hasta el verde grisáceo actual, cada color ha dialogado con las obras expuestas y con la luz natural que baña el espacio. El azul profundo, elegido para esta nueva etapa, busca establecer un contraste vibrante y realzar las colecciones de pintura española e italiana que se exhiben en este espacio, al tiempo que recupera la monumentalidad arquitectónica de la galería.
Impresiona ver la mitad de la galería central sin gente, desnuda, con andamios y pintores dándole al rodillo. Hay muchas ganas de ver el cambio de piel de este espacio mítico. En solo un mes, el azul ultramar inundará la galería central del Prado, una muesca más en la renovación museográfica que afronta el museo desde hace meses.
EL AZUL Y EL ARTE
No en vano ya decía Víctor Hugo aquello de “l'art c'est l'azur” (el arte es el azul), frase que hizo suya Rubén Darío en su primera obra publicada en 1888 en Valparaíso (Chile). Seguro que Hugo y Darío darían ahora su plácet al nuevo azul que empieza a asomar en la galería central del Prado.