Cómo preparar tu viaje para afrontar una ola de calor sin riesgos
Consejos esenciales para mantener la salud y el bienestar cuando las temperaturas extremas marcan el termómetro

Cómo preparar tu viaje para afrontar una ola de calor sin riesgos
Barcelona - Publicado el
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Salir de viaje durante una ola de calor requiere una planificación cuidadosa para evitar problemas de salud y disfrutar del desplazamiento con seguridad. Las altas temperaturas pueden afectar desde el rendimiento físico hasta la hidratación y el descanso, por lo que es fundamental tener en cuenta ciertos aspectos para minimizar los riesgos.
En primer lugar, la hidratación constante es clave para prevenir golpes de calor y deshidratación. Durante los días de calor intenso, el cuerpo pierde líquidos con mayor rapidez, por lo que se recomienda beber agua frecuentemente, incluso aunque no se sienta sed. Evitar bebidas alcohólicas o con cafeína, que pueden aumentar la pérdida de líquidos, es igualmente importante.
Otro punto fundamental es vestir ropa ligera, transpirable y de colores claros. Las prendas de algodón o tejidos técnicos permiten que el sudor se evapore y mantienen la temperatura corporal más baja. Además, usar sombrero o gorra y gafas de sol protege frente a la radiación solar directa.
Es esencial también planificar las actividades en las horas de menos calor, preferiblemente a primera hora de la mañana o al atardecer. Evitar la exposición prolongada al sol en las horas centrales del día, cuando los rayos ultravioleta son más intensos, reduce el riesgo de quemaduras y agotamiento.
Cuando se viaja en coche, es imprescindible mantener el vehículo ventilado y evitar dejar a personas o mascotas dentro, ya que la temperatura interior puede aumentar rápidamente y provocar situaciones de peligro. También conviene llevar agua y snacks ligeros para reponer energía durante el trayecto.
Al elegir el destino o el alojamiento, es recomendable que cuenten con sistemas de climatización o espacios con sombra donde refugiarse del calor. En zonas muy calurosas, disponer de acceso a piscinas o zonas acuáticas puede ayudar a mantenerse fresco.
Durante la estancia, usar protector solar con un factor alto y reaplicarlo con frecuencia es fundamental para proteger la piel de los daños solares. Asimismo, es aconsejable consumir alimentos frescos y ligeros, como frutas y verduras, que además aportan agua y vitaminas.
Es importante estar atentos a los síntomas de golpes de calor, como mareos, náuseas, dolor de cabeza o fatiga extrema. En caso de que aparezcan, se debe buscar sombra, hidratarse y, si es necesario, acudir a un centro médico.
Además, es recomendable informarse sobre la previsión meteorológica durante todo el viaje para ajustar planes y evitar actividades al aire libre en las horas de máximo calor. La flexibilidad es un aliado para mantener la seguridad y el bienestar.
Finalmente, aunque las olas de calor puedan ser un inconveniente, con una adecuada preparación es posible disfrutar del viaje sin poner en riesgo la salud. La clave está en cuidar el cuerpo, adaptar los horarios y seguir las recomendaciones básicas para evitar complicaciones.