Nuevos avances en el caso de Helena Jubany: la Fiscalía pide que se cite a uno de los investigados por el crimen
La policía científica constata presencia de ADN del investigado en el jersey que llevaba la víctima

Barcelona - Publicado el - Actualizado
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El caso del asesinato de Helena Jubany, la joven bibliotecaria de 27 años, encontrada muerta en Sabadell en diciembre de 2001, ha dado un giro significativo tras más de dos décadas sin resolverse. La Fiscalía Provincial de Barcelona ha solicitado nuevas diligencias, incluyendo la citación a declarar de Santiago Laiglesia, uno de los principales sospechosos, tras confirmarse que el ADN hallado en el jersey de la víctima es compatible con su perfil genético. Este hallazgo, respaldado por un informe de la Policía Científica, representa la prueba más sólida hasta la fecha en este caso.
El informe, emitido por la Unidad Central de Análisis Científicos de la Policía Nacional, concluye que es “24 veces más probable” que el ADN encontrado en el jersey que Helena llevaba el día de su muerte pertenezca a Laiglesia, descartando al mismo tiempo la presencia de material genético del otro investigado, Xavier Jiménez. Además, la Fiscalía ha pedido reabrir la investigación sobre Ana Echaguibel, otra sospechosa inicial, para comparar su ADN con un perfil genético femenino detectado en la prenda.
Un crimen que marcó Cataluña
Helena Jubany, una joven bibliotecaria y estudiante de periodismo conocida por su carácter afable y su compromiso con actividades culturales, desapareció el 30 de noviembre de 2001 tras recibir una llamada telefónica. Dos días después, el 2 de diciembre, su cuerpo fue encontrado en el patio interior de un edificio en la calle Calvet d’Estrella de Sabadell. Estaba desnuda, con quemaduras en el cuerpo y bajo los efectos de una sobredosis de benzodiacepinas, un sedante que, según la autopsia, la dejó semiinconsciente antes de ser arrojada desde la azotea del inmueble. Las pruebas forenses determinaron que se trataba de un homicidio, descartando la hipótesis inicial de suicidio.
La investigación apuntó desde el principio a un grupo de personas vinculadas a la Unión Excursionista de Sabadell (UES), donde Helena participaba activamente. Entre los sospechosos iniciales estuvieron Montserrat Careta, pareja de Santiago Laiglesia, y Ana Echaguibel, ambas acusadas de enviar notas anónimas con bebidas adulteradas con benzodiacepinas que Helena recibió meses antes de su muerte. Careta, quien vivía en el edificio donde ocurrió el crimen, fue detenida en 2002, pero se suicidó en la prisión de Wad-Ras, dejando una nota en la que proclamaba su inocencia. Echaguibel fue liberada por falta de pruebas, y el caso se archivó en 2005.
La lucha incansable de la familia
La persistencia de la familia Jubany, liderada por su hermano Joan y apoyada por el abogado Benet Salellas, ha sido clave para mantener el caso vivo. En 2020, gracias a la presión mediática del programa Crims de TV3 y nuevas pruebas aportadas, el Juzgado de Instrucción número 2 de Sabadell reabrió la investigación. Un año después, justo antes de que el delito prescribiera, Xavier Jiménez, otro miembro de la UES, fue imputado por su presunta relación con las notas anónimas. Sin embargo, las pruebas de ADN de 2022 descartaron su implicación directa en el jersey.
En mayo de 2024, la jueza instructora ordenó el uso de técnicas avanzadas de análisis de ADN, similares a las empleadas por el FBI, para reexaminar las prendas de Helena. Estas técnicas, que no existían en 2001, permitieron identificar en noviembre de 2024 un perfil genético masculino compatible con Laiglesia, reavivando las esperanzas de justicia. La doctora Gemma Marfany, genetista de la Universidad de Barcelona, ya había señalado en 2023 la compatibilidad de este ADN, pero el informe policial reciente aporta una prueba forense más contundente.
La familia Jubany celebra este avance como “un paso adelante muy importante” porque, por primera vez, existe una prueba directa que señala a Laiglesia. Sin embargo, advierten que la investigación debe continuar para esclarecer si hubo más implicados, ya que los forenses han sugerido la participación de al menos dos personas en el crimen.