Entrepinares denuncia una apropiación indebida de su marca después de detectar la bacteria Listeria en el queso y activar una alerta sanitaria europea
Es un queso elaborado con leche cruda y distribuido principalmente en Bélgica, aunque su comercialización se extendió a otros países europeos entre el 28 de febrero y el 4 de abril de 2025.

la empresa vallisoletana Queserías Entrepinares S.A.U. ha negado categóricamente que el producto contaminado forme parte de su producción y ha anunciado acciones legales
Barcelona - Publicado el
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La Unión Europea ha emitido una alerta sanitaria catalogada como "grave" tras la detección de la bacteria Listeria monocytogenes en un queso comercializado bajo la marca Entrepinares, según informó el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) el pasado 13 de mayo de 2025.
El producto afectado, identificado como Punta Manchego Entrepinares (lote B95613, con fecha de consumo preferente del 28/04/2025), es un queso elaborado con leche cruda y distribuido principalmente en Bélgica, aunque su comercialización se extendió a otros países europeos entre el 28 de febrero y el 4 de abril de 2025.
Sin embargo, la empresa vallisoletana Queserías Entrepinares S.A.U. ha negado categóricamente que el producto contaminado forme parte de su producción y ha anunciado acciones legales por una presunta apropiación indebida de su marca, generando confusión y preocupación en el sector alimentario.

la empresa vallisoletana Queserías Entrepinares S.A.U. ha negado categóricamente que el producto contaminado forme parte de su producción y ha anunciado acciones legales por una presunta apropiación indebida de su marca
La Bacteria Listeria monocytogenes y sus Efectos
Listeria monocytogenes es una bacteria patógena responsable de la listeriosis, una infección alimentaria poco común pero potencialmente grave.
Esta bacteria es especialmente peligrosa debido a su capacidad para sobrevivir y multiplicarse en condiciones adversas, como temperaturas de refrigeración (2-4°C) y ambientes salinos, lo que la hace prevalente en productos como quesos elaborados con leche cruda, carnes frías y alimentos no pasteurizados.
Los síntomas de la listeriosis varían según la salud del consumidor: en personas sanas, puede manifestarse como un malestar gastrointestinal leve, fiebre o dolores musculares, y en algunos casos pasar desapercibida.
Sin embargo, en grupos de riesgo —mujeres embarazadas, ancianos, personas inmunodeprimidas y recién nacidos— la infección puede ser devastadora, causando complicaciones como meningitis, septicemia o abortos espontáneos.
El periodo de incubación de la bacteria puede oscilar entre 3 y 70 días, lo que dificulta la identificación del alimento contaminado como fuente de la infección.
Las autoridades sanitarias han instado a los consumidores que hayan adquirido el queso afectado a no consumirlo y devolverlo al punto de venta para su reembolso.
Además, se recomienda a quienes hayan consumido el producto y presenten síntomas como fiebre, náuseas, vómitos o diarrea que busquen atención médica inmediata, informando al personal sanitario sobre el consumo del queso para facilitar un diagnóstico preciso.
La listeriosis se trata generalmente con antibióticos, y un tratamiento temprano es crucial para evitar complicaciones graves.
Denuncia de Entrepinares por Apropiación Indebida
En un giro inesperado, Queserías Entrepinares, una reconocida empresa con sede en Valladolid y proveedora de cadenas como Mercadona, ha emitido un comunicado desmintiendo cualquier relación con el queso contaminado.
Según Roberto Cabezas, director de personas y comunicación de la empresa, el producto señalado en la alerta sanitaria no proviene de sus instalaciones, y la compañía no tiene relación comercial con Cordier Food Group, la distribuidora belga que reportó la contaminación.
Entrepinares asegura que, tras una exhaustiva revisión de sus registros y procesos, el lote B95613 no corresponde a ninguna de sus elaboraciones.
Además, la empresa ha señalado que ni siquiera comercializa queso manchego en los mercados internacionales, lo que refuerza su postura de que se trata de un caso de uso no autorizado de su marca.
Entrepinares ha anunciado que iniciará acciones legales para defenderse de lo que considera una apropiación indebida de su nombre, acusando a la distribuidora belga de dañar su reputación al vincularla erróneamente con el producto contaminado.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) no ha emitido una alerta oficial en España, lo que apoya la versión de Entrepinares de que sus productos no están afectados.
La empresa ha instado a los medios a rectificar la información, calificándola de "noticia falsa" que ha generado confusión entre los consumidores y perjuicio a su imagen.
Alcance de la Alarma Sanitaria y Productos Similares
La alerta sanitaria, aunque centrada en un lote específico, ha generado preocupación sobre el posible impacto en otros productos lácteos elaborados con leche cruda, especialmente quesos manchegos y otros quesos artesanales.
La presencia de Listeria monocytogenes en alimentos elaborados con leche no pasteurizada no es un hecho aislado, ya que este tipo de productos son más susceptibles a la contaminación debido a la ausencia de procesos térmicos que eliminen patógenos.
En octubre de 2024, la AESAN ya emitió una alerta por Salmonella en quesos blandos de leche cruda, lo que indica que los controles sanitarios están intensificándose en este sector.
Especulando sobre el alcance de esta alarma, es probable que las autoridades sanitarias europeas incrementen las inspecciones en quesos de leche cruda, tanto de origen español como de otros países, para evitar nuevos casos.
Esto podría afectar a pequeños productores artesanales, que a menudo carecen de los recursos para implementar controles tan estrictos como las grandes empresas.
Además, la confusión generada por la denuncia de Entrepinares podría llevar a una disminución de la confianza del consumidor en los quesos manchegos y otros productos similares, incluso en aquellos que cumplen con los estándares de seguridad.
La industria láctea española, que exporta significativamente a mercados europeos, podría enfrentar pérdidas económicas si la percepción de riesgo se extiende más allá del lote afectado.
Por otro lado, el caso pone de manifiesto la importancia de la trazabilidad en la cadena alimentaria.
La rápida respuesta del RASFF y la retirada del producto en Bélgica demuestran la eficacia de los sistemas de alerta europeos, pero también subrayan la necesidad de una comunicación clara para evitar malentendidos que afecten a marcas no implicadas.
Es probable que las autoridades refuercen los protocolos de verificación de etiquetado y origen de los productos para prevenir futuros casos de apropiación indebida o errores en la identificación de lotes contaminados.