Copernicus alerta que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ya afectan todo el océano
La temperatura global del agua del mar alcanzó un nuevo récord de 21 ºC en la primavera de 2024

El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ya afectan todo el océano
Barcelona - Publicado el
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El último Informe sobre el Estado del Océano, publicado por el servicio europeo de vigilancia marina Copernicus, alerta que la “triple crisis planetaria” de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación ya afecta a todo el océano. El estudio documenta cambios generalizados con efectos sobre los ecosistemas y la producción de alimentos, entre otros, y constata que el mar se está calentando a un ritmo constante y acelerado: la temperatura global del agua del mar alcanzó un nuevo récord en la primavera de 2024, con 21 ºC. Además, en 2023 y 2024 se registraron olas de calor marinas “excepcionalmente intensas y persistentes”, y el nivel global del mar ha aumentado en 2,28 cm entre 1901 y 2024, con impactos en zonas costeras donde viven alrededor de 200 millones de personas.
El programa Copernicus Marine Service es una iniciativa conjunta de la Agencia Espacial Europea y de la Comisión Europea para monitorear el estado y la evolución del mar a escala planetaria. Hace ya ocho años que Copernicus publica su informe anual sobre la situación de los océanos. En el último, se analiza cómo el calentamiento del agua del mar y la acidificación de las aguas están afectando a los ecosistemas marinos de todo el mundo, con especial impacto en algunos mares como el Mediterráneo, donde se supera la anomalía global media de temperatura. Según el estudio, esto no solo ocurre en este mar, sino en una amplia área que comprende el Atlántico noreste y todos los mares que rodean Europa. En algunas zonas del Atlántico, en 2024 hubo hasta 300 días con condiciones de ola de calor marina, detallan.

El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ya afectan todo el océano
Mínimos históricos de hielo en los polos
Una de las consecuencias del calentamiento del agua del mar es el desplazamiento de especies fuera de su hábitat natural, convirtiéndose en invasoras en otros ecosistemas. Otra consecuencia es el deshielo. El informe analiza este fenómeno, que se experimenta especialmente en los polos. En concreto, detalla que el océano Ártico registró cuatro mínimos históricos de volumen de hielo entre diciembre de 2024 y marzo de 2025. En esta última fecha se contabilizaron 1,94 millones de kilómetros cuadrados menos de hielo marino que la media climática invernal (una superficie unas seis veces más grande que Polonia). Por su parte, la Antártida vivió el tercer año consecutivo de baja extensión de hielo marino en 2024, y la pérdida de hielo marino en febrero de 2025 (respecto a la media climática) equivale a una superficie unas tres veces más grande que Francia, 1,6 millones de kilómetros cuadrados.
El 75% del planeta
El informe recuerda que los océanos cubren el 75% de la superficie del planeta, contienen el 97% del agua de la Tierra y producen al menos el 50% del oxígeno que respiramos.
Por ello, concluye haciendo un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que los países reduzcan las emisiones de CO2, pero también para que “restauren los ecosistemas marinos y refuercen las políticas oceánicas a nivel estatal e internacional”.
Impacto del cambio climático y crisis oceánica en Cataluña y el Mediterráneo
Cataluña, con su extensa costa mediterránea, es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático y la degradación del océano, tal como señala el informe. El Mar Mediterráneo, que baña las costas catalanas, está experimentando un calentamiento más rápido que la media global, lo que altera profundamente sus ecosistemas marinos y afecta sectores económicos clave como la pesca, el turismo y la acuicultura.
El aumento progresivo de la temperatura del agua está provocando desplazamientos en las especies marinas tradicionales. En el Mediterráneo catalán, se ha detectado la llegada de especies invasoras procedentes de aguas más cálidas, como ciertos tipos de medusas y peces tropicales, que compiten con las especies autóctonas y modifican las redes tróficas. Esto genera un desequilibrio ecológico que puede poner en riesgo la sostenibilidad de los recursos pesqueros locales.
Además, la acidificación del mar afecta a organismos calcáreos, como moluscos y corales, que son fundamentales para mantener la salud de los hábitats marinos y proteger las costas de la erosión. En Cataluña, la pérdida de estos organismos tiene un impacto directo sobre la calidad ambiental y la economía ligada al mar.



