Barcelona plantea sancionar con hasta 600 euros la programación de actividades para hacer grafitis
La nueva ordenanza endurece las sanciones contra los comportamientos considerados incívicos

Albert Batlle, teniente de alcalde de seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona
Barcelona - Publicado el
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Barcelona plantea sancionar con hasta 600 euros la programación de actividades que prevean la realización de pintadas o grafitis en la ciudad. Esta es una de las conductas que quiere sancionar la propuesta de modificación de la ordenanza de convivencia, además de castigar con hasta 3.000 euros las rutas alcohólicas y con hasta 1.500 euros los botellones que se hagan en zonas donde haya menores o que puedan incitar al consumo de alcohol.
La comisión de gobierno aprobó el anteproyecto la semana pasada y el gobierno municipal calcula poder aprobar definitivamente los cambios en la ordenanza antes de que acabe el año. Para hacerlo, el teniente de alcaldía Albert Batlle ha dicho aspirar al "máximo consenso posible" entre los grupos, para modificar una ordenanza que endurece las sanciones contra los comportamientos considerados incívicos.

Grafitis
El calendario previsto por el gobierno es que el texto pase por la comisión de Presidencia de junio para su aprobación inicial y que reciba la luz verde definitiva antes de que acabe el año, previsiblemente al pleno de noviembre. Se trata así de un retraso respecto al calendario inicialmente previsto por el gobierno, que aspiraba a aprobar definitivamente la reforma en verano.
La nueva ordenanza también introduce agravantes para orinar en la calle, por ejemplo que se haga en los alrededores de lavabos públicos y de discotecas o restaurantes, así como en calles estrechas, y castiga actos que atenten contra la libertad e intimidad sexual, como por ejemplo el exhibicionismo o masturbación en público.
En cuanto al consumo de bebidas alcohólicas en la calle, las multas propuestas son de hasta 600 euros cuando se perturba la tranquilidad ciudadana, es decir, cuando se perjudica el descanso vecinal, se hace en zonas donde se aplican medidas de reducción del ruido o se causan "molestias graves a los vecinos". Uno de las agravantes que se quiere introducir es cuando el botellón se hace en lugares donde hay menores o puede incitar al consumo de alcohol de los menores. En este supuesto, la multa se eleva a entre 750 euros y 1.500 euros.

se elevan las multas por el consumo de alcohol en la vía pública
La propuesta de modificación también rebaja el descuento que se aplica si se paga de forma anticipada la multa. La rebaja se sitúa ahora entre el 40% y el 50%, respecto al 65% y 70% actual. Otra de las cuestiones que quiere abordar es que las sanciones aplicadas a extranjeros se paguen. Así, se pretende iniciar ya en el momento el proceso sancionador y que la denuncia del agente de la autoridad comporte ya el inicio de este proceso sancionador.
pintadas
En el caso de las pintadas, la modificación propone que las personas que las hagan en lugares no autorizados sean castigadas con hasta 600 euros y también penaliza que se promueva, favorezca o colabore con esta actividad. La propuesta plantea también que quién hace las pintadas tenga que asumir el coste de la limpieza o reparación del espacio malogrado, sin perjuicio también de la imposición de la sanción correspondiente.
En los últimos años, Barcelona ha intensificado su lucha contra los grafitis no autorizados, que suponen un importante coste económico y visual para la ciudad. Solo en los primeros seis meses de 2024, el Ayuntamiento eliminó más de 57.000 pintadas, cubriendo unos 138.000 m² en zonas consideradas puntos negros.
Esta ofensiva forma parte del nuevo contrato de limpieza enmarcado en el Pla Endreça, con una inversión de 16 millones de euros para 2024 y 2025, lo que representa un aumento del 17% respecto al contrato anterior.

Presentación del Pla Endreça
El plan incluye la limpieza periódica de 360 calles prioritarias, muchas en Ciutat Vella y el Eixample, así como la intervención en mobiliario urbano y fachadas de edificios patrimoniales. Además, se ha implementado un sistema de identificación de firmas (tags) para detectar autores reincidentes, en coordinación con la Guardia Urbana.
Aunque el grafiti también es una forma de expresión artística, el consistorio busca equilibrar su presencia con el respeto al espacio público y al patrimonio.