Casi el 90% de la población de Barcelona ha cambiado de piso desde 2018 o prevé hacerlo antes del 2028
Los precios han mantenido una tendencia al alza durante los últimos años

Luis Fernández, coautor del informe sobre vivienda
Barcelona - Publicado el
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El 85% de la población de la ciudad de Barcelona ha cambiado de vivienda desde el 2018 o prevé hacerlo antes del 2028, mientras que en el resto del área metropolitana la proporción supera el 90%.
El cambio de vivienda puede deberse a muchos factores, pero en los últimos años ha aumentado el factor económico, que supera el 30% de los que han cambiado o prevén cambiar de domicilio. Hay que añadir las nuevas modalidades familiares, que hacen que cada vez más gente viva sola o en núcleos familiares pequeños.
Son algunas de las principales conclusiones de un estudio sobre la vivienda promovida por el Consejo Económico y Social de Barcelona (CESB) y que se ha presentado este lunes.
La región metropolitana de Barcelona cuenta con más de 2,2 millones de viviendas. En este caso, se caracterizan por ser pisos pequeños donde habitan pocas personas, mientras que a medida que nos alejamos de la capital las viviendas son más grandes y los hogares tienen más miembros.
los precios
El precio, sin embargo, no parece estar tan relacionado con la proximidad en Barcelona. Si bien Barcelona y el Baix Llobregat sur tienen precios muy altos, el resto de zonas no parecen seguir ningún patrón.
En los precios podrían influir otros elementos más allá de la proximidad en Barcelona, como podría ser las características de las viviendas de cada ámbito, la conectividad con la capital, la proximidad a ofertas de trabajo o incluso a la costa.

Los precios no paran de subir
En general, los precios han mantenido una tendencia al alza durante los últimos años, sobre todo desde el 2013. La oferta de alquiler ha disminuido al mismo tiempo que los precios han aumentado en todos los ámbitos territoriales. Enel mercado de compra-venta, sin embargo, el aumento ha sido más suave y la oferta, oscilante. Existe, claramente, un desequilibrio entre la oferta y la demanda. Este desequilibrio afecta especialmente a la ciudad de Barcelona.
A pesar de la dificultad a la hora de identificar patrones en los precios, parece claro que hay una voluntad generalizada de vivir cerca de la capital y que, para hacerlo, se está dispuesto a hacer sacrificios en aspectos de calidad de la vivienda como por ejemplo disponer de menos espacio o residir en edificios más antiguos.
falta vivienda protegida
Los problemas de acceso a la vivienda se hacen más evidentes por la falta de un parque protegido, que no llega al 3% del parque de vivienda metropolitana. La proliferación de viviendas de uso turístico, concentrados en la ciudad de Barcelona y a los ámbitos costeros, es otro elemento que tensa la situación todavía más, puesto que cerca de un 1% del parque metropolitano se destina este uso.
Teniendo en cuenta que el acceso a la vivienda afecta especialmente a colectivos de cierto perfil, como los jóvenes o las personas inmigrantes, en estos casos se ven doblemente afectados por los problemas de acceso a la vivienda. Además, con algunos de estos grupos, como las personas extranjeras de determinadas nacionalidades, podría tratarse de un efecto adicional de la discriminación que sufren.
Estos perfiles se ven empujados hacia viviendas de peor calidad, con menos espacio para las personas que viven, o más alejados de las zonas más demandadas. Así, los inmigrantes de países pobres disponen de menos metros cuadrados que los catalanes o inmigrantes occidentales.
¿por qué cambiamos de piso?
A pesar de lo que se podría esperar, el proceso de movilidad residencial no siempre resulta satisfactorio. Las personas que cambian buscando una vivienda mejor vivienda están más satisfechos que aquellos que se ven forzados a cambiar por motivos laborales, económicos o por imposición externa.

El cambio de piso no siempre es una opción voluntaria
Si bien la mayoría de personas cambia de vivienda para mejorar sus condiciones o por motivos familiares, entre un 20 y un 25% de las personas que han cambiado de vivienda en los últimos 5 años lo han hecho empujados por motivos económicos. Con la tendencia alcista de los precios de alquiler y compraventa se puede esperar que este porcentaje aumente durante los próximos 5 años. Además, la poca movilidad en dirección a Barcelona indica que la ciudad expulsa gente hacia la periferia en un movimiento de única dirección.