Tarrés es el último pueblo de la provincia de Lleida, limítrofe con Tarragona. Ubicado en la comarca de Les Garrigues, se accede a él, por un desvío de la carretera Lleida- Tarragona, después de Vinaixa, en el sentido Lleida, o de Vimbodí, sentido Tarragona. A solo 1 kilómetro del desvío, en la carretera de Fulleda- Espluga Calva, esta localidad de unos 100 habitantes intenta salvar su bar, como un "local esencial" para el pueblo, como señala su alcalde, Ramón Maria Arbós.

Pero el bar de Tarrés, no es el típico local pequeño, de banderines colgados, y olor a café y fritanga. Hablamos de un edificio moderno e imponente, inaugurado en 2011, situado en la entrada de la población, y de propiedad municipal. Conocido como El Sindicat cuenta también con una agrotienda, cuatro apartamentos turísticos, y una gran área de restaurante. La gestión ha sido complicada en estos últimos años, es el séptimo concurso en 12 años, y el Ayuntamiento de Tarrés ha decidido licitar su gestión con más facilidades para los interesados: concurso de 1 euros para su gestión, con una fianza para el adjudicatario ganador de 2.000 euros. El concurso se cerrará a principios de abril, y el Ayuntamiento decidirá quien asume la gestión del local.

El bar lleva cerrado desde hace un año y dos meses, y desde el pasado mes de septiembre un grupo de voluntarios del municipio se encarga de abrirlo durante dos horas los sábados y los domingos.