La industria del tatuaje vive una burbuja: el intrusismo en el sector condena a la precarización
El aumento de la demanda y la proliferación de tatuadores sin la debida experiencia disparan las alarmas sobre una posible crisis en el sector

Entrevista OCU sobre tatuajes a color en España
Barcelona - Publicado el
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La industria del tatuaje en España ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década, consolidando el arte corporal como una forma de expresión aceptada y popular. Sin embargo, este auge ha traído consigo un fenómeno que muchos expertos y veteranos del sector describen como una burbuja: una proliferación de nuevos artistas, un aumento generalizado de los precios y una creciente preocupación por la calidad y la sostenibilidad del mercado.
La nueva ola de tatuadores
Las redes sociales, especialmente Instagram y TikTok, se han convertido en el principal escaparate para los tatuadores, pero también en una puerta de entrada para personas sin la formación adecuada. La facilidad para adquirir un kit de tatuaje y promocionarse online ha provocado la aparición de una gran cantidad de artistas autodidactas que, en muchos casos, carecen de la experiencia y los conocimientos higiénico-sanitarios necesarios. Esta situación ha generado una fuerte competencia y ha puesto en alerta a los profesionales consolidados.

Muchos veteranos del sector muestran su inquietud ante este escenario. "Cualquiera con una máquina y una cuenta de Instagram se cree tatuador",
Cualquiera con una máquina y una cuenta de Instagram se cree tatuador"
Muchos veteranos del sector muestran su inquietud ante este escenario. "Cualquiera con una máquina y una cuenta de Instagram se cree tatuador", lamenta un reconocido artista con más de veinte años de experiencia. Esta percepción se traduce en una devaluación del oficio y un riesgo para la salud pública, ya que un trabajo mal ejecutado o sin las medidas de higiene correctas puede tener consecuencias graves.
El cliente, entre la oferta y el riesgo
Para los clientes, esta sobresaturación del mercado puede resultar abrumadora. La horquilla de precios es cada vez más amplia, con tarifas que van desde cifras muy bajas, ofrecidas por tatuadores emergentes que buscan construir su portafolio, hasta costes muy elevados de artistas con renombre. Esta disparidad crea confusión y dificulta la tarea de distinguir a los profesionales cualificados de aquellos que no lo son, aumentando la probabilidad de obtener un resultado no deseado.
¿Un futuro incierto?
La pregunta que flota en el aire es si esta burbuja terminará estallando. Los expertos advierten de que la situación actual es insostenible a largo plazo. "El mercado no puede absorber a tantos profesionales de forma indefinida", señala un analista económico. La posible corrección podría manifestarse en una caída de los precios, el cierre de numerosos estudios que no puedan competir en calidad y un reajuste del sector hacia una mayor profesionalización.
El mercado no puede absorber a tantos profesionales de forma indefinida"
En definitiva, el sector del tatuaje se encuentra en una encrucijada. El boom ha democratizado el acceso al arte corporal, pero también ha abierto la puerta a una crisis de calidad y sostenibilidad. El futuro dependerá de la capacidad del sector para autorregularse, la exigencia de los clientes y la adaptación de los artistas a un entorno cada vez más competitivo y cambiante.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



