La emocionante recompensa de donar médula ósea: la carta que recibió María José meses después
Una estudiante de 25 años relata su experiencia como donante y el conmovedor mensaje anónimo que confirma el valor de un gesto que salva vidas

España es un referente mundial en donaciones y trasplantes, con 426 donaciones de médula a un desconocido el año pasado
Barcelona - Publicado el
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María José Isidoro, una joven estudiante de 25 años, decidió hacerse donante de médula ósea tras una campaña en su universidad. Su gesto altruista ha culminado no solo en ayudar a un paciente desconocido, sino en una emocionante carta que recibió meses después y que, según sus palabras, hizo que todo valiera la pena. España es un referente mundial en donaciones y trasplantes, con 426 donaciones de médula a un desconocido el año pasado, demostrando una solidaridad ejemplar.

Este método consiste en filtrar la sangre para obtener las células madre necesarias.
Un proceso que empieza con un simple gesto
El camino para convertirse en donante comenzó de una forma muy sencilla: un frotis bucal para recoger una muestra de saliva. Tiempo después, recibió la llamada que confirmaba su compatibilidad con un paciente. "Pensaba que nunca me llamarían", confiesa María José. Aunque existen dos métodos, la gran mayoría de las extracciones, incluida la suya, se realizan por aféresis, un procedimiento similar a una donación de sangre larga.
Este método consiste en filtrar la sangre para obtener las células madre necesarias. Durante tres o cuatro horas, el donante permanece en una camilla mientras una máquina realiza el proceso. Para prepararse, tuvo que administrarse inyecciones durante varios días para aumentar la producción de células, con efectos secundarios leves como un "proceso gripal". Una pequeña parte de las donaciones, menos del 2%, requiere una punción en el hueso de la cadera, una opción que el donante puede rechazar.
La carta anónima que lo cambió todo
Para mí fue muy emocionante ver que había valido la pena"
El día de la donación, que se realizó en el Hospital de Sant Pau de Cataluña, le ofrecieron la posibilidad de escribir una carta anónima al receptor. "Estaba muy emocionada y tenía ganas de aportar algo más que las células", explica. Cuatro meses después, llegó la respuesta en inglés, lo que sugiere un receptor internacional. En ella, le contaba que gracias a su gesto "podía volver a disfrutar de la compañía de los suyos" y que "cada día se sentía como un regalo". "Para mí fue muy emocionante ver que había valido la pena", afirma María José.
Hay una vida que está en riesgo"
La donación es un proceso completamente anónimo, donde solo se comparten datos esenciales para la compatibilidad, como el peso. María José, estudiante de medicina, insiste en la importancia de este acto, ya que "hay una vida que está en riesgo". Cada año, alrededor de 700 pacientes en España con leucemia, linfomas u otras enfermedades hematológicas necesitan un trasplante de médula ósea para seguir viviendo, una cifra que subraya el valor de cada nuevo donante inscrito.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



