Más luces que sombras de los catalanes en el arranque de la Primera RFEF
Dos victorias y un empate, la cosecha en el debut de Nástic, Sabadell y Europa.

El Europa arrancó con una victoria ante el Juventud Torremolinos
Barcelona - Publicado el
3 min lectura
Empezar con buen pie en la primera jornada de liga suele ser la receta más recomendada para cualquier equipo que arranque un campeonato. Más si hablamos de una categoría farragosa y dura como es la Primera Federación, en la que a lo largo de 38 jornadas hay margen para enfrentarse a equipos con mucho oficio y plagados de jugadores veteranos, si no de vuelta en el mundo del fútbol, y equipos filiales con promesas de calidad pero con cierta inexperiencia en un entorno como el de la Primera RFEF. Nástic, Sabadell y Europa ya pueden extraer las primeras conclusiones después de aterrizar en una liga que además cuenta con el Mini-Var como una de las principales novedades.
El Nástic de Tarragona fue el encargado de romper el fuego por lo que a los equipos catalanes se refiere recibiendo en el Nou Estadi Costa Daurada al Algeciras en lo que constituía un debut de exigencia para los futbolistas de Luis Cesar Sampedro. Después de quedarse en el camino del ascenso a pies de la Real Sociedad B, el Nástic ha renovado la ilusión por el tan ansiado retorno a la Segunda División. La foto del once inicial ante los algecireños recogió seis caras nuevas.
El partido ante el Algeciras fue de aquellos que hay que roerlos y masticarlos casi hasta el último momento. Sanz consiguió adelantar a los de Luis César y la luz desapareció del terreno de juego. Un apagón de quince minutos hizo temer por la suspensión del partido. La reanudación sirvio para constatat que las ventajas mínimas ya no son tal en el fútbol del siglo XXI. Turrillo consiguió el empate para el Algeciras devolviendo el desencanto a la grada del Nou Estadi. En una acción de picardía, Kaptoum acertaba a recoger el rechace de una falta para marcar a ocho minutos del tiempo reglamentario y dejar en casa los tres primeros puntos de la temporada.
El siguiente equipo catalán en entrar en liza fue el Sabadell, recien ascendido de la Segunda Federación. El rival, un equipo descendido de la Segunda División, el Eldense para abrir boca en la Nova Creu Alta. Después de media hora caracterizada por el dominio de los visitantes los de Ferrán Costa empezaron a encontrar el camino de la porteria contraria acabando la primera parte y comenzando la segunda. El cansancio comenzó a aparecer en el tramo final de un partido en el que los arlequinados merecieron algo más que el empate a cero con el que firmaron el acta. El entrenador, Ferrán Costa, no podrá sentarse en el banquillo en la segunda jornada al ser expulsado. En una acción de mal genio una botella lanzada contra el suelo acabó entrando en el terreno de juego.
La participación catalana en esta primera jornada de liga la cerraba el Europa visitando al Juventud Torremolinos. Después de un verano agitado intentando poder jugar toda la temporada en el Nou Sardenya los escapulados afrontaban por fin la hora de hablar en el terreno de juego.
Un partido de toma y daca comenzó a resolverse a través del Mini-Var. Una acertada reclamación del Europa acabando la primera parte resolvió una entrada dura de Ibán Salvador sobre Izan González con tarjeta roja directa para el jugador local. El Europa acabó sacando fruto de la superioridad con el gol de Óscar Vacas antes del cuarto de hora de la reanudación. Con 0-1 a favor llegó la segunda expulsión en el Torremolinos que parecía que dejaba el encuentro sentenciado. Sin embargo, los escapulados carecieron de la experiencia para dormir el partido y acabaron sufriendo un poco más de lo esperado con la expulsión de Sgró. Los tres puntos no evitaron la sinceridad de Aday Benítez en la rueda de prensa posterior al partido reconociendo que con el fútbol practicado en Torremolinos el Europa lo iba a tener complicado para sumar más victorias en la liga. De momento las siguientes podrán buscarlas en el Nou Sardenya antes del final de la primera vuelta y la marcha a Can Dragó.