El Girona necesita tiempo

El inicio de temporada del Girona ha hecho tambalear los cimientos del Club. Fichajes que no llegaban, ventas a última hora y la falta de puntos para verse colista después de 7 jornadas de liga.  Sí, es el Girona de Míchel. El mismo equipo que la temporada 2023-2024 encandiló al mundo con su su fútbol, fue líder de la liga y acabó jugando la Champions. Fueron dos temporadas que pasarán a la historia pero no son la realidad del equipo.  Hay que recordar que esta es la sexta temporada del Girona en Primera División. No deja de ser un novato que necesita muchas temporadas seguidas en la máxima categoría del fútbol español para asentar un proyecto y tener esa experiencia tan necesaria para afrontar el futuro.

Por todo esto creo que la situación del Girona ahora mismo se acerca más a la realidad de lo que debe ser una temporada en Primera. Posiblemente, no tan hundido en la clasificación.  Si el entrenador es el mismo que cosechó éxitos y fue parte activa en la creación de este proyecto y si el director deportivo es el mismo que ha creado proyectos ganadores y ha regenerado el equipo cuando era necesario.. ¿Qué necesita o que le falta al Girona?  Pues además de goles y puntos.. ¡Tiempo! Tiempo para trabajar, mejorar, recuperar la confianza y cambiar el rumbo. El tiempo es ese bien tan preciado que escasea en el fútbol. Con 93 puntos en juego hay margen para salir del pozo. Cierto es que hasta el momento el Girona ha sumado solo 3 de los 21 puntos en juego y que el calendario avisa de retos importantes: Valencia, Barcelona, Oviedo y Getafe el próximo mes de competición. Pero ya sabemos que en este deporte, como en todos, hay poca memoria.  Ahora mismo en el Girona se duda de todo y de todos, excepto de Stuani. Míchel genera dudas por los resultados y el miedo al descenso. Si alguien se ha ganado un margen extra de confianza es él. Porque no se entiende el Girona sin Míchel. Pero sino llega la primera victoria de la temporada pronto los detractores del técnico vallecano se cargarán de razones para pedir un cambio. Y ya no quedará tiempo con el que negociar.