Mitsy II es un pequeño robot que, cuando se activa, va a un punto del comedor donde puede detectar dónde está Margarita Fernández, de 75 años, con quien convive desde hace dos meses. Le pregunta a ella cómo está, y también le recuerda citas médicas, cuaándo se debe tomar los medicamentos o la hora de ir a dormir. Y a su vez, Margarita también puede hacerle a Mitsy preguntas como qué tiempo hace u otras cuestiones de carácter general. Y una vez ha terminado su tarea, el robot vuelve a su punto base donde se carga.

Margarita forma parte de una prueba piloto que tiene como objetivo estudiar hasta qué punto un dispositivo tecnológico de este tipo puede ayudar a mejorar la atención que reciben las personas mayores que viven solas en su casa. De momento, está más que satisfecha y tiene muy claro que ése “es el futuro”. Margarita también ha explicado que Mitsy II le ha ayudado a mejorar el ritmo de vida y cree que es “muy importante para las personas que están solas y no se mueven en mucho. Les hace una compañía muy grande”, añade.

Misty II es un robot desarrollado por la empresa leridana Grupo Saltó que ha sido cedido a tres usuarios de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona para ver cómo funciona en un entorno real. Y entre estos usuarios está Margarita. Esta prueba piloto se hará en una decena de hogares y más adelante se ampliará hasta 50 personas mayores que vivan solas. Estaba previsto que empezase en febrero del año pasado pero la pandemia ha retrasado mucho todos los plazos.

Hay que tener en cuenta que en Barcelona viven 350 mil personas mayores de 65 años, y de ellas, casi una cuarta parte, unas 90 mil, viven solas